El nuevo pontífice se inspira en la encíclica social “Rerum novarum” como guía para su papado.
El papa León XIV explicó este sábado que eligió su nombre papal en honor a León XIII, autor de la influyente encíclica Rerum novarum, que abordó la cuestión social en plena revolución industrial. El anuncio se dio durante un encuentro con los cardenales que lo eligieron como el 267° sucesor de San Pedro, en el Vaticano.
Durante su mensaje, León XIV destacó que la enseñanza social de la Iglesia, inaugurada por Rerum novarum en 1891, sigue siendo un faro moral para el mundo moderno, especialmente frente a los desafíos de desigualdad, exclusión y transformación económica que enfrenta el planeta actualmente. “Hoy más que nunca, la dignidad del trabajo y los derechos de los pobres deben estar en el centro de nuestras preocupaciones”, afirmó.
El nuevo Papa también indicó que espera dar continuidad a la doctrina social de la Iglesia y fortalecer el compromiso del Vaticano con los más vulnerables. Subrayó que León XIII fue pionero en vincular la fe con la justicia social, y que su legado permanece vivo ante las nuevas “revoluciones” provocadas por la tecnología, la migración y el cambio climático.
León XIV fue elegido el pasado jueves por el Colegio Cardenalicio tras la renuncia del papa Francisco, quien dejó el pontificado por motivos de salud. Su elección fue considerada sorpresiva por algunos sectores, aunque su perfil pastoral y su cercanía con los movimientos sociales en América Latina fueron ampliamente reconocidos.
En su primer discurso como pontífice, el papa León XIV enfatizó su deseo de una Iglesia más inclusiva, sin miedo al diálogo con el mundo moderno. También llamó a una renovación espiritual basada en la compasión, el servicio y la escucha de los pueblos marginados. “Nuestro deber es construir puentes, no muros”, declaró.
La elección del nombre León XIV marca un guiño simbólico a una etapa en la que la Iglesia comenzó a involucrarse de manera más decidida en los temas sociales. Observadores vaticanos anticipan que su pontificado buscará un equilibrio entre la tradición y una lectura contemporánea del Evangelio, centrada en la justicia, la paz y la dignidad humana.
