El instituto busca equilibrio entre mujeres y hombres en cargos de jueces y magistrados, pese a menor número de candidatas.

La consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Rita Bell López-Vences, reconoció que ha sido “todo un reto” garantizar la paridad de género en la histórica elección judicial del próximo 1 de junio, especialmente en los cargos de jueces de distrito y magistrados de circuito, donde la cantidad de aspirantes hombres supera a la de mujeres.
Como presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, Bell explicó que, aunque la reforma judicial contempla la paridad, existe una asimetría numérica en el registro de candidaturas: 1,965 hombres frente a 1,449 mujeres. Esta diferencia complica la asignación equitativa por especialidades, como penal, civil, administrativa o laboral.
Para abordar esta desigualdad, el INE estableció lineamientos complementarios que permiten conformar listas por género y especialidad. La asignación se hará alternando entre mujeres y hombres con mayor número de votos, siempre comenzando por mujeres. De agotarse la lista femenina, se equilibrará con otras especialidades para conservar la paridad global en cada distrito o circuito.
La consejera enfatizó que se priorizará el principio de votación, pero el INE intervendrá si se detecta una desproporción significativa a favor de los hombres. Las reglas favorecen a mujeres para compensar la histórica exclusión de este sector en el ámbito judicial.
Bell también celebró que la reforma contemple medidas afirmativas, como en la elección de ministros, donde se seleccionarán cinco mujeres y cuatro hombres. Enfatizó que las boletas incluirán columnas diferenciadas por género y exhortó a la ciudadanía a “practicar su voto” en la plataforma oficial del INE antes del 1 de junio.
Mirando hacia 2027, la consejera consideró que esta experiencia servirá para ajustar reglas, como establecer cargos exclusivos para mujeres o aplicar criterios de paridad interseccional, que reconozcan a mujeres de sectores históricamente excluidos. También señaló como pendiente la brecha digital, la carga de cuidados y la desigualdad en el acceso a recursos para campaña.