
No hay un tope de días para un cónclave y desde 1830 ninguno había durado más de cinco días. El realizado para elegir al sucesos del papa Francisco apenas ha necesitado más de 24 horas hasta la fumata blanca.
Los cónclaves del último siglo han sido relativamente breves y han durado entre dos y cinco días. En 2013, Francisco fue elegido el segundo día de cónclave tras cinco votaciones: una el primer día, dos el segundo día por la mañana y otras dos esa misma jornada por la tarde.
Benedicto XVI fue elegido en 2005 también tras dos días de votaciones, en los que se celebraron cuatro escrutinios.
El cónclave del que salió Juan Pablo II en 1978 duró tres días en los que hubo ocho votaciones. El más largo del último siglo y medio es el de 1922, cuando Pio XI fue elegido en un Cónclave que duró cinco días, tras 14 votaciones.
La fumata blanca de la chimenea de la Capilla Sixtina del Vaticano anunció este jueves a las 18.08 horas que los 133 cardenales reunidos en el cónclave han recabado los votos necesarios para elegir nuevo Papa.