Los cardenales no alcanzaron consenso en la primera jornada del cónclave; mañana continuarán con cuatro rondas más.
A las 9:02 de la noche en Roma (1:02 de la tarde en México), la chimenea de la Capilla Sixtina emitió una fumata negra, señal inequívoca de que los 133 cardenales reunidos en el cónclave no lograron elegir al nuevo papa en su primera votación.
Este resultado marca el inicio de un proceso que podría extenderse varios días, dependiendo del consenso que se alcance entre los purpurados. La señal del humo negro, provocada por la combustión de las papeletas junto con compuestos químicos especiales, indica que ningún candidato ha obtenido los votos necesarios —dos tercios del total— para ser proclamado Sumo Pontífice.
Tras esta primera jornada, los cardenales electores se retiraron a la Casa de Santa Marta, donde pasarán la noche en estricto aislamiento del mundo exterior, como lo dictan las reglas del cónclave. Mañana miércoles 8 de mayo, el cónclave se reanudará con cuatro rondas de votación; dos por la mañana y dos por la tarde.
La expectativa se mantiene alta tanto dentro como fuera del Vaticano, mientras miles de fieles y periodistas de todo el mundo permanecen atentos en la Plaza de San Pedro, en espera de la señal definitiva de humo blanco que anunciará al sucesor del papa Francisco.
Las quinielas y análisis apuntan a varios favoritos entre los cardenales, como el italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado, y otros provenientes de América Latina y África, reflejo de la diversidad que caracteriza al Colegio Cardenalicio en esta elección número 267 del pontífice.
Mientras tanto, el Vaticano guarda silencio, como lo dictan las normas establecidas en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que exige total confidencialidad sobre lo que ocurre en el interior del cónclave.
Los fieles católicos en todo el mundo continúan en oración por la guía del Espíritu Santo en este proceso histórico. La elección del nuevo líder de la Iglesia católica será anunciada solo cuando el consenso entre los cardenales permita dar paso a la tan esperada fumata blanca.
