El nuevo documento federal será obligatorio para abordar vuelos nacionales, aunque habrá flexibilidad en su implementación inicial.

A partir de este día, el Gobierno de Estados Unidos comenzará a exigir el uso del “Real ID” como documento obligatorio para abordar vuelos internos, en cumplimiento con la ley aprobada en 2005 para reforzar la seguridad tras los atentados del 11 de septiembre. Aunque su implementación ha sido postergada durante años, finalmente entra en vigor, aunque con cierta flexibilidad inicial para los viajeros que aún no lo han tramitado.
El Real ID es una identificación estandarizada con verificaciones federales que sustituirá las licencias de conducir tradicionales como documento válido en los aeropuertos. Para obtenerla, se deben presentar pruebas de identidad, residencia y estatus legal en oficinas estatales encargadas de vehículos. A partir de ahora, quienes no presenten este documento o un pasaporte vigente podrían enfrentar controles adicionales en los puntos de seguridad.
Organismos como la Unión de Libertades Civiles (ACLU) y grupos de defensa de migrantes han expresado su preocupación, señalando que la nueva ley puede afectar a personas sin estatus legal, cuyas licencias estatales dejarán de ser aceptadas como identificación válida. Además, advierten sobre el posible uso de la información personal para fines migratorios, algo que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) niega, asegurando que no se trata de una base de datos federal.
Pese a las críticas, la secretaria del DHS, Kristi Noem, aclaró que durante el periodo de transición quienes no cuenten con la nueva identificación podrán viajar, pero deberán someterse a un “paso adicional” de verificación. Actualmente, el 81 % de los pasajeros ya presenta documentos compatibles, como el Real ID o pasaportes.
El Real ID también será necesario para ingresar a edificios federales y plantas nucleares. La recomendación de las autoridades es tramitarlo lo antes posible para evitar contratiempos en futuros viajes.