Por: El Diablo Cojuelo

INFRAESTRUCTURA – La muerte de un ciclista en el cruce de Vasco de Quiroga y Fray Diego de la Magdalena no fue un accidente, sino un siniestro vial causado por un sistema de tránsito que ignora a quienes no conducen vehículos motorizados. El colectivo Pedaleando SLP lo dice claro: la ciudad prioriza al automóvil y desprecia a ciclistas y peatones. La falta de infraestructura segura, como ciclovías reales y cruces bien señalizados, convierte cada recorrido en bicicleta en una ruleta rusa. San Luis Potosí necesita con urgencia marcos normativos como la ‘Ley Santi’, pero sobre todo voluntad política para frenar esta negligencia institucional. El discurso oficial habla de sostenibilidad, pero el pavimento sigue siendo letal. La omisión también mata, y esta vez cobró otra vida.
CIBERDELITOS – Con más de mil 200 reportes ciudadanos atendidos en lo que va del año, la Policía Cibernética de San Luis Potosí enfrenta una ola creciente de extorsiones, suplantación de identidad y fraudes digitales. A pesar de las recomendaciones sobre verificación en dos pasos y cuidado con enlaces falsos, especialmente en plataformas como Market Place, los delincuentes continúan aprovechando la falta de cultura digital y la impunidad. Lo más preocupante es la escasa judicialización de casos, especialmente los relacionados con la difusión ilícita de imágenes, que rara vez terminan en castigos ejemplares. La ciberseguridad en San Luis Potosí no puede depender solo de comunicados; se necesita una estrategia integral, con recursos, educación y seguimiento legal. Mientras tanto, miles de potosinas y potosinos quedan vulnerables ante una delincuencia que ya no necesita armas ni calle, solo un clic y la certeza de que la justicia no los alcanzará.
FRAUDES – Las agencias de viajes «patito» siguen estafando a ciudadanos sin consecuencias claras. La Asociación Mexicana de Agencias de Viaje (AMAV) denuncia que, pese a múltiples reportes, pocos se convierten en denuncias formales, lo que impide rastrear y castigar a los responsables. El problema no es solo la falta de cultura legal entre víctimas, sino la poca eficacia institucional para canalizar y judicializar estos fraudes. Mientras tanto, los estafadores se reciclan y vuelven a operar con nuevos nombres y cuentas falsas. Es inadmisible que en plena era digital, las autoridades no tengan mecanismos eficaces para rastrear este tipo de fraudes. Hace falta una campaña contundente de prevención y un sistema de alerta pública en línea. Pero sobre todo, voluntad para perseguir penalmente a quienes lucran con la ilusión de miles de personas. No es falta de leyes, es ausencia de voluntad institucional. Y en esa omisión, los fraudes se multiplican.
INCENDIOS – El incendio de pastizales en la comunidad de Maravillas, que comenzó en Mexquitic y alcanzó los límites de la capital, revela una vez más la falta de prevención y coordinación real en temporada de estiaje. Las labores de contención de CONAFOR y Bomberos son siempre heroicas, pero llegan tarde y con recursos limitados. ¿Dónde están los trabajos preventivos, las campañas de concientización y las brigadas comunitarias que deberían estar activas desde marzo? Cada año, los incendios forestales se convierten en crisis por falta de planeación y presupuesto. Mientras tanto, comunidades completas quedan expuestas a humo tóxico, pérdida de flora y fauna, y riesgo de expansión a zonas urbanas. La emergencia no puede ser tratada como rutina: necesita atención urgente desde el diseño de políticas públicas, no solo reacciones mediáticas cuando ya hay fuego. San Luis Potosí necesita anticiparse, no solo apagar incendios: también evitar que comiencen.
VEHÍCULOS – Con 237 unidades robadas en abril y un acumulado de más de 39 mil vehículos desde 2018, San Luis Potosí figura entre los diez estados con más robos a nivel nacional. Este fenómeno delictivo no solo muestra la falta de vigilancia preventiva, sino también una impunidad preocupante. ¿Dónde están los operativos, la inteligencia policiaca, la recuperación de autos robados y la desarticulación de bandas? Las estadísticas son frías, pero cada vehículo robado representa una pérdida económica, una angustia familiar y una señal de que la autoridad ha cedido el espacio público a la delincuencia. La ciudadanía exige algo más que cifras: exige resultados. Mientras no se frene este delito de forma contundente, el mensaje será claro para los criminales: en San Luis, robar autos no solo es posible, es rentable. Y esa realidad golpea de lleno la percepción de seguridad en todo el estado.
TRÁNSITO – El exhorto del Congreso del Estado a los municipios de San Luis Potosí y Villa de Pozos para reforzar vigilancia vial parece más un gesto simbólico que una medida efectiva. Los siniestros viales siguen cobrando vidas porque los reglamentos de tránsito son letra muerta. La falta de operativos, radares de velocidad, cruces peatonales dignos y sanciones ejemplares convierte las calles en espacios inseguros. No basta con pedirle a los municipios que actúen: se necesita fiscalización real, presupuestos asignados y voluntad política para transformar la movilidad urbana. Mientras tanto, peatones, ciclistas y hasta automovilistas son víctimas de un entorno donde el caos vial es la norma. Los exhortos sin acciones no salvan vidas, solo lavan culpas. San Luis necesita un rediseño total de su cultura vial. Y eso empieza por dejar de ignorar que la seguridad en las calles es una obligación del Estado, no un favor de temporada.
SINESTRALIDAD – La Carretera Federal 57 se ha convertido en una trampa mortal. En lo que va del 2024, se han registrado 76 muertes y 152 personas lesionadas en 428 siniestros viales, según datos obtenidos por Ciudadanos Observando vía transparencia. El tramo más letal es de Querétaro a San Luis Potosí con 39 muertes, seguido del de SLP a Matehuala con 35. Entre las causas destacan la imprudencia, velocidad excesiva y virajes indebidos. El punto más crítico está entre los kilómetros 140 y 160. El horario de mayor riesgo es entre las 6 y 8 a.m., coincidiendo con el tráfico laboral. Transportistas denuncian nula vigilancia de la Guardia Nacional, falta de capacitación y tolerancia a camiones de doble remolque conducidos por choferes bajo efectos de estimulantes. La falta de control y vigilancia convierte a esta vía en un cementerio rodante. Urge una intervención real antes de acumular más tragedias evitables.