La mayoría de las víctimas eran niños, mujeres y ancianos refugiados en el campamento de Bureij, según autoridades médicas palestinas.

Al menos 18 personas murieron y más de 60 resultaron heridas este martes tras un ataque aéreo del Ejército de Israel sobre la escuela Abu Hamisah, ubicada en el campamento de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza. El lugar servía como refugio para desplazados, informó a EFE Jalil al Digran, portavoz del Hospital Mártires de Al Aqsa.
El ataque impactó particularmente la tercera planta del edificio escolar, donde se encontraban numerosos civiles. Las autoridades médicas confirmaron que entre los fallecidos hay al menos ocho menores de edad, además de mujeres y personas mayores, muchas de las cuales siguen atrapadas entre los escombros.
En un comunicado, las fuerzas armadas israelíes aseguraron que el bombardeo tuvo como objetivo un “centro de mando de Hamás”, aunque no presentaron pruebas. Añadieron que se tomaron “medidas para mitigar daños a civiles”, incluyendo vigilancia aérea y uso de municiones de precisión.
El hospital Mártires de Al Aqsa advirtió que no cuenta con capacidad para atender a tantos heridos, muchos de ellos con lesiones graves, amputaciones y quemaduras. La situación se agrava por la escasez de medicinas, resultado del bloqueo al ingreso de ayuda humanitaria que Israel mantiene desde marzo.
Imágenes posteriores al ataque muestran escenas desgarradoras: personas transportando los cuerpos de niños, cubriéndolos con mantas dentro del edificio escolar. Las escuelas, advirtió la UNRWA, se han convertido en refugios de emergencia para el 90% de la población desplazada por los bombardeos.
Desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023, más de 52 mil 600 palestinos han muerto, según autoridades locales. La ofensiva fue lanzada tras un ataque de milicianos de Hamás en Israel que dejó 1,200 muertos y 251 secuestrados. La comunidad internacional ha condenado repetidamente los ataques contra infraestructura civil.