
Vicios y perversiones – ostentación y arrogancia; nepotismo vs. ética partidaria; respeto a las leyes vs. ilegalidad y actos anticipados de campaña; lineamientos para el buen comportamiento en el servicio público vs. corrupción y apoyos ilegales con dineros públicos para precampañas y campañas políticas; unidad partidaria vs. ambiciones personales y de grupo; diálogo y apertura vs. cerrazón y unilateralidad; democracia interna vs. imposición y autoritarismo; institucionalización y reglas claras vs. anarquía; soberbia y altanería vs. sencillez y humildad. Esos y más son los retos que enfrentan todos los partidos y, por supuesto, también MORENA cuyo Consejo Nacional se reúne hoy. En ese sentido, es importante para quien escribe estas líneas comentar que el 28 de enero pasado me afilié al partido MORENA (Movimiento de Regeneración Nacional) en San Luis Potosí después de haber participado políticamente en un trayecto de varios años al lado de Marcelo Ebrard Casaubon (MEC) previos a la etapa para la selección de la candidatura presidencial 2024, durante el proceso interno de la encuesta, la campaña constitucional, la elección del 2 de junio de 2024 y en el periodo poselectoral. Me afilié a MORENA por mi afinidad con MEC -por ser parte de su equipo- y por todo lo que él representa con su trayectoria, prestigio y congruencia; con madurez, tomé esa decisión convencido de que, hoy por hoy, MORENA es la mejor opción política que tenemos los mexicanos para lograr alcanzar los objetivos de ser un país donde haya verdadera justicia, se vivan las libertades a plenitud y con responsabilidad y sea el espacio desde donde impulsemos la filosofía del “Humanismo Mexicano” que promueve la presidenta Claudia Sheinbaum y en la que se inscriben, entre otros, los valores democráticos de la tolerancia, la inclusión, el respeto, la pluralidad, la honestidad, la solidaridad y la unidad nacional que nos dan identidad a los mexicanos y nos fortalecen como Nación.
Viene al caso el apunte sobre mi pertenencia a MORENA porque significa opinar como militante con derechos plenos de participación al interior de la vida partidaria y más hoy en la ocasión en la que asiste Claudia Sheinbaum Pardo (CSP) al Consejo Nacional como primera mandataria de México y líder moral (que no dirigente) de todos los morenistas. Al encuentro formal solo asisten la dirigencia nacional y las estatales que forman parte de los tres mil consejeros nacionales, pero el mensaje que dará la presidenta es para toda la militancia y más que eso para toda la nación; ese mensaje tendrá implicaciones políticas muy relevantes tanto por ser MORENA el partido en el poder federal como por gobernar dos terceras partes de los estados del país y por tener la mayoría absoluta en las Cámaras Legislativas del Congreso de la Unión, nada más y nada menos. Es decir, que se trata de una reunión muy trascendente no solo para MORENA sino para el presente y futuro del sistema político mexicano dado que se esperan definiciones de fondo para encauzar la vida interna tendientes a fortalecer las condiciones de institucionalidad y porque del 22 septiembre de 2024 (cuando se llevó a cabo el Séptimo Congreso Nacional) a la fecha han sucedido muchísimas cosas que demandan atención inmediata y urgente en el partido para que éste sirva y se consolide como pieza clave para cumplir los propósitos nacionales.
En esa ocasión se leyó una carta del expresidente Andrés Manuel López Obrador -fundador y creador de MORENA- en la que se despidió de la militancia y pidió a los morenistas el apoyo total a la presidenta Claudia Sheinbaum y que “no permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas” al tiempo que convocaba a evitar la prepotencia y la soberbia; y en ese mismo evento y contexto la presidenta CSP se pronunció en contra de “la parafernalia del poder” refiriéndose a la ostentación, al lujo, a la aparatosidad, a la pompa y a los excesos porque sostuvo que “la parafernalia del poder es del pasado de corrupción y de privilegios, no caigamos nunca en la frivolidad en el consumismo y en la ambición por el poder y el dinero”.Algunos analistas como Alejandro Moreno afirman que otro de los grandes retos de MORENA es “cómo pasar del obradorismo al morenismo. Y no solamente me refiero a las tareas de institucionalización del partido, sino también, y de manera importante, al sentido de identidad política centrada en el partido y no en el líder carismático” y, otros como Federico Seyde sostienen que “como resultado de la aplastante victoria de Morena y sus aliados, se abre nuevamente la posibilidad histórica de que el sistema de partido hegemónico de Estado vuelva a instaurarse en México. En otras palabras, las recientes elecciones federales representan un auténtico punto de inflexión”. En ese sentido, la responsabilidad histórica y política que asume de manera inherente la presidenta Claudia Sheinbaum sobre lo que pase en MORENA tienen que ver con el futuro de la democracia mexicana.
Por eso, es conveniente recordar que el 13 de noviembre de 2023 se dio un hecho inédito al interior de MORENA en el que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido emitió un dictamen sobre las inconformidades presentadas en el proceso interno de ese año y el que, de acuerdo a lo publicado en medios de comunicación, señala en sus resolutivos que: 1) Las pruebas presentadas por Ebrard deben ser tomadas en consideración, aunque no se repetirá el proceso; 2) Se presentó evidencia de algunas prácticas cometidas por militantes contrarias a los principios de Morena. La Comisión iniciará los procesos de sanción correspondientes; 3) Se insta a que el partido genere procedimientos de supervisión para evitar prácticas contrarias a los estatutos, y; 4) Morena iniciará un proceso de reflexión interna para fortalecer al partido. Ese hecho tan relevante fue posible gracias a la buena política y entendimiento directo entre Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard (hoy Presidenta de México y hoy Senador con licencia y Secretario de Economía, respectivamente). En esa ocasión Marcelo Ebrard reconoció la apertura y la actitud receptiva de Claudia Sheinbaum con relación a sus argumentos sobre el futuro del partido y, tras sostener una postura de congruencia y mantenerse en MORENA destacó que “por primera vez Morena reconoce que hubo prácticas graves contra los estatutos y que habrá sanciones”, remató su intervención diciendo «el oportunismo anida en el silencio. Aquí no hay oportunismo, aquí hay gente recta». Estoy seguro de que, con el liderazgo moral, con la autoridad política y con la estatura ética que tiene la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo MORENA construirá la ruta para consolidarse como el partido democrático y de altura de miras que respalda la gran mayoría del pueblo de México. Hoy, con la celebración del Consejo Nacional de MORENA, como militante activo, me sumo al ¡No a la Parafernalia en el poder!