El expresidente brasileño abandonó el hospital tras tres semanas de recuperación, asegurando que se siente renovado y con planes de asistir a una manifestación en la capital.

El expresidente Jair Bolsonaro recibió el alta médica y salió por su propio pie del Hospital DF Star de Brasilia, donde estuvo internado durante tres semanas tras una operación por una grave oclusión intestinal. El líder ultraderechista de 70 años, quien gobernó Brasil entre 2019 y 2022, dejó el hospital el pasado domingo, y fue recibido por un grupo de simpatizantes que se acercaron a la clínica privada para brindarle su apoyo.
A través de sus redes sociales, Bolsonaro agradeció a los médicos y seguidores y afirmó: “Vuelvo a casa renovado”, después de un proceso de recuperación que se caracterizó por una evolución positiva en su estado de salud. En los últimos días, según el parte médico, el exmandatario no presentó dolores ni fiebre, y su presión arterial estaba bajo control. Además, se suspendió la alimentación intravenosa, pues su cuerpo había aceptado bien la dieta pastosa por vía oral.
El 13 de abril, Bolsonaro fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia para desobstruir su intestino y reconstruir la pared abdominal, una operación que duró aproximadamente 12 horas. Este procedimiento fue uno de los más complejos que el exmandatario ha enfrentado, pues en los últimos años ha tenido que someterse a siete cirugías debido a complicaciones relacionadas con un ataque en 2018, cuando un hombre lo apuñaló durante un mitin electoral.
Desde entonces, las cirugías han sido parte de su vida, y el 13 de abril fue un nuevo capítulo de su lucha por recuperar su salud tras los efectos del atentado. Los médicos indicaron que, a pesar de la complejidad de la intervención, la recuperación fue favorable. Bolsonaro ahora se siente mejor y afirma estar preparado para seguir adelante con sus compromisos políticos.
El exmandatario anunció que tiene la intención de asistir a una manifestación el próximo miércoles en Brasilia, donde se discutirá una propuesta de ley de amnistía para aquellos condenados por su participación en los eventos del 8 de enero de 2023. En esa fecha, miles de sus simpatizantes, muchos de ellos de extrema derecha, asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y el Supremo Tribunal Federal, intentando forzar una intervención militar para derrocar al presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro ha sido acusado de liderar este intento de golpe de Estado, ya que, según las autoridades, su apoyo fue fundamental para incitar los actos violentos en la capital. La Fiscalía está investigando el papel de Bolsonaro en estos eventos y planea juzgarlo por sus acciones durante y después de la toma de las instituciones gubernamentales.
A pesar de los cargos, Bolsonaro sigue siendo un líder influyente en el campo político brasileño y mantiene una base de apoyo considerable, que se ha expresado con manifestaciones y movilizaciones en su favor. El juicio por el intento de golpe de Estado está en manos del Tribunal Supremo, que deberá determinar las consecuencias legales para el expresidente.
Mientras tanto, Bolsonaro parece determinado a seguir siendo una figura central en la política brasileña, buscando recuperar su salud y continuar con su activismo, especialmente en el contexto de las tensiones políticas que continúan marcando la vida del país.