
El regreso de Ryan García a la actividad tras un año suspendido por doping demostró que la inactividad del afectó, ya que acabó con una derrota por decisión unánime ante un Rolando Romero que va en búsqueda de otra gran oportunidad y que dejó en claro que la derrota ante Isaac «Pitbull» Cruz en marzo de 2024 quedó enterrada. Las tarjetas fueron 115-112, 115-112 y 118-109. Nada que reclamar.
Fuerte, con una estrategia bien diseñada en la que los jabs fueron una gran arma, el Rolly Romero pudo maniatar al KingRy, que ahora deberá recalcular sus objetivos, porque dejó en claro que buscar un campeonato mundial hoy sería una locura y tal vez a sus posibles oponentes ni les interese.
Ryan García se fue a la lona rápido
Después de un tradicional primer round de estudio, García se vio sorprendido en el segundo episodio, en el cual un cruzado de zurda de su oponente acabó mandándolo a la lona. No fue mucho daño, pero ese puñetazo marcó el desarrollo del encuentro.
Porque a partir de ahí, el de California se notó desconfiado y muy enfocado en no recibir otro golpe poderoso, lo que aprovechó el de ascendencia cubana para trabajar el encuentro. Rápido, con la guardia siempre bien arriba y la zurda marcando la distancia, no hubo forma que el encuentro detonara.
Y al final se convirtió en un monólogo, porque Ryan nunca se encontró bien en el cuadrilátero. No fue tampoco que lo llevaran a la escuela, sino que simplemente hoy su boxeo no le alcanzó, ya que nunca fue capaz ni de demostrar un poquito de eso que le hizo vencer a Devin Haney hace un año.
Muestra de ello es que los dos contendientes acabaron completos y apenas con algunos rasguños para cerrar así una velada en Nueva York en la que no hubo muchas emociones. Una pobre función que, sin embargo, sirvió para entrar en calor para un fin de semana lleno de actividad en el boxeo.