La fumata blanca anunciará al nuevo papa tras votación de los cardenales a partir del 7 de mayo.

Bomberos del Vaticano instalaron este viernes la tradicional chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, en preparación para el cónclave que comenzará el próximo 7 de mayo y del que saldrá elegido el nuevo papa. Desde esa chimenea saldrá humo blanco o negro, según el resultado de las votaciones de los cardenales.
El humo blanco —señal universal de que hay nuevo pontífice— se logrará con una mezcla especial de sustancias químicas que queman las papeletas de la votación. Por el contrario, el humo negro indicará que no se alcanzó el consenso necesario, fijado en esta ocasión en 89 votos, equivalentes a dos tercios de los 133 cardenales con derecho a voto.
Desde el pasado lunes, la Capilla Sixtina ha permanecido cerrada al público para los trabajos de acondicionamiento. Se han dispuesto mesas, bancos y elementos ceremoniales para el uso exclusivo del cónclave. Bajo la mirada del Juicio Final de Miguel Ángel, los purpurados debatirán y votarán a puerta cerrada.
Las pruebas preliminares de la chimenea podrían realizarse desde este viernes para asegurar su correcto funcionamiento, lo que garantizará que las señales de humo puedan observarse sin contratiempos desde la Plaza de San Pedro, como dicta la tradición.
El cónclave del próximo martes será el más internacional en la historia de la Iglesia católica, con representantes de 70 países de los cinco continentes. La expectativa global es alta, mientras fieles, medios y expertos siguen cada detalle desde Roma.
Una vez elegido el nuevo papa, el protocolo incluye que el cardenal protodiácono anuncie al mundo el clásico “Habemus Papam” desde el balcón de la Basílica de San Pedro, seguido de la primera bendición del nuevo pontífice ante miles de fieles congregados.