La Iglesia católica enfrenta profundas divisiones y nuevas demandas tras el legado del papa Francisco.

Durante la homilía del funeral del papa Francisco, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, delineó los logros de su pontificado y dejó esbozados los retos que deberá afrontar el próximo líder de la Iglesia. Bajo la premisa de “una Iglesia abierta a todos”, varios temas emergen como prioritarios para el futuro papa.
Unidad interna
El pontificado de Francisco evidenció profundas divisiones entre alas moderadas y conservadoras dentro de la Iglesia. Expertos como Roberto Regoli, de la Pontificia Universidad Gregoriana, advierten que será crucial elegir un pontífice que actúe como garante de la unidad. Analistas apuntan a un perfil moderado que busque reconciliar diferencias.
Participación de las mujeres
Aunque Francisco abrió espacios, el diaconado femenino quedó descartado, generando debates sobre el papel de la mujer en la Iglesia. La histórica designación de Simona Brambilla como prefecta de un dicasterio mostró avances, pero también resistencias internas. Se espera que el próximo papa impulse una mayor participación femenina.
Bendiciones a parejas del mismo sexo
El documento Fiducia Supplicans provocó un sisma en diversas regiones, especialmente en África, donde se rechazó abiertamente la posibilidad de bendecir parejas “irregulares”. Este tema sigue siendo un punto crítico para mantener el equilibrio en una Iglesia global.
Relaciones diplomáticas: China y EE.UU.
El acuerdo con China sobre el nombramiento de obispos y la distante relación con Estados Unidos bajo Donald Trump complican el panorama diplomático. El nuevo pontífice deberá maniobrar entre la defensa de la libertad religiosa y los intereses geopolíticos.
Finanzas vaticanas
A pesar de los avances en transparencia bancaria, el Vaticano enfrenta una preocupante caída en donaciones y el riesgo de arcas vacías. El próximo papa tendrá que implementar reformas drásticas para garantizar la viabilidad económica de la Santa Sede.
Con estos retos en el horizonte, los 134 cardenales electores deberán elegir en la Capilla Sixtina a un líder capaz de mantener el equilibrio entre tradición y modernidad.