Francisco

 
«Debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta,
corazón confiado y amplitud de miras.

Parte de la carta de SS Francisco a
Mons. Rino Fisichella para el Jubileo 2025
Emigdio Ilizaliturri

En un mundo en el que todos los días se ensanchan las diferencias, se levantan muros, se tolera menos a cada momento, el lunes pasado recibimos la noticia de que Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, había muerto de un Ictus Cerebral, perdiendo aun hombre que lucho incansablemente por la inclusión, la tolerancia, la construcción de puentes pero que, sobre todo, tuvo siempre como prioridad a los más necesitados.

Este hombre singular, desde joven espero la señal divina para tomar la decisión de ordenarse sacerdote, así una tarde en trayecto para encontrarse con el amor encontró el amor de Dios al pasar por una parroquia y sentir la necesidad de entrar, allí un cura le insistió en confesarse, al iniciar la confesión el preguntó al Párroco el porqué de la insistencia, respondiéndole que no lo sabía que solo había sentido la necesidad de confesar ese día y que la única persona que había acudido a la iglesia era él, así Jorge Mario Bergoglio, el Técnico Biólogo y profesor de Filosofía, había recibido la señal que tanto buscaba y se ordenó sacerdote en 1969.

Jesuita de convicción y humanista de corazón se entregó siempre a servir a los demás, haciendo de todo su recorrido eclesiástico un apostolado de humildad y sencilles, llevando la palabra más allá de las paredes de los templos, predicando en las calles y barrios, trabajando en directo con las personas.

Como ser humano imperfecto -reconocido por el mismo- tuvo errores, durante la dictadura argentina de los setenta, transigió en muchas cosas por tratar de salvar las vidas de sus fieles y aunque lo logro le costó la crítica de quienes no entienden que el arrepentimiento y el perdón como una constante para encontrar el camino correcto y desde luego a Dios.

No quería ser Papa, pero la vida, las circunstancias y desde luego la coyuntura que se presentaba en la Iglesia Católica, lo llevó al Trono de San Pedro, para renovar la Fe, recibió una iglesia llena de escándalos de abusos sexuales y corrupción toleradas desde los más altos mandos, una fe de sus fieles jóvenes, menguada por ideas del pasado que no correspondían a la realidad de la vida.

Primero la muestra de humildad, nada de ropajes suntuosos o joyas, simple túnica blanca, una cruz pectoral sencilla de plata en lugar de oro y gemas preciosas, calzó siempre sus zapatos bostonianos en lugar de las sandalias rojas de diseñador y se instaló en la residencia de Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico del Vaticano.

Después el cambio, cero tolerancia a encubrir los abusos a menores, cero tolerancia a la corrupción y orden en las finanzas, tolerancia a las diferencias bajo la esencia de que dios es amor y perdón, personas divorciadas, con preferencias sexuales y/o de género distintas pudieron recibir los sacramentos y acercarse o regresar a la, “quien soy yo para juzgar a nadie” dijo.

CONCLUYENDO.

  1. Francisco, nombre nunca usado por otro Papa, así simple como la lápida de su sepulcro que solo llevará es inscripción.
  2. Francisco, así simple, como su funeral cuyo ataúd solo fue de madera y que fue colocado sobre el piso y no en un catafalco.
  3. Francisco, así simple, como su sepulcro que no estará en el Vaticano, sino en la Basílica de Santa María la Mayor, por su devoción a la Virgen María, a la morenita, a la que rezó a sus pies en la Basílica de Guadalupe en nuestro País, del que dijo teníamos mucha fortuna porque teníamos a nuestra Lupita querida.

¡SIGUE NUESTRO MINUTO A MINUTO! Y ENTÉRATE DE LAS NOTICIAS MÁS RELEVANTES DEL DÍA