
El pasado miércoles 23 de abril, fuerzas de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) dieron a conocer el abatimiento de Juan José Castro Figueroa, alias “El Cuate” o “Cuate”, durante un enfrentamiento en el municipio de Salvador Alvarado, Sinaloa. Castro Figueroa ―de 32 años de edad y originario de la sindicatura de Pericos, Mocorito― era considerado un objetivo prioritario por su presunta participación en actividades delictivas y por haber escapado del penal de Aguaruto durante el denominado “Culiacanazo” en octubre de 2019.
El operativo se desarrolló en la carretera México 15, cerca de las comunidades de Tierra Blanca y Buena Vista. Según informes militares, el enfrentamiento se originó tras una persecución que inició en Mocorito y se extendió por varias comunidades de Angostura. Durante la acción, dos helicópteros artillados Black Hawk apoyaron desde el aire, lo cual logró interceptar el vehículo en el que se desplazaba Castro Figueroa: un Toyota Corolla negro modelo 2024.
En el lugar del enfrentamiento, las autoridades aseguraron dos rifles de asalto tipo AR-15, una pistola calibre 9 milímetros y el automóvil en el que viajaba el hoy asesinado. La circulación en ambos sentidos de la carretera permaneció cerrada desde poco después de las 16:00 horas del miércoles hasta la 01:00 de la madrugada del jueves 24 de abril, debido a las labores periciales y de aseguramiento.
Castro Figueroa había sido recapturado en 2022 tras ser identificado mediante cámaras de reconocimiento facial en la Feria Ganadera de Culiacán. Sin embargo, las circunstancias de su liberación o nueva fuga no han sido esclarecidas por las autoridades. Así mismo, su muerte representa un golpe para las estructuras delictivas en la región, aunque las autoridades no han informado si hubo más personas involucradas o si se trató de una operación específica contra algún grupo delictivo en la zona.
El 17 de octubre de 2019, Culiacán vivió una de las jornadas más violentas de su historia: el llamado “Culiacanazo”. Ese día, tras la captura fallida de Ovidio Guzmán López, hijo de “El Chapo”, el Cártel de Sinaloa desató una serie de ataques armados y narcobloqueos que paralizaron la ciudad. Aprovechando el caos, 51 reos del penal de Aguaruto escaparon en una de las fugas masivas más escandalosas en México.