La falta de campañas, supervisión y respuesta ciudadana evidencia la crisis del servicio de recolección en la capital potosina.

La acumulación de basura en importantes avenidas como Fray Diego de la Magdalena y Avenida Carranza refleja el abandono del servicio de recolección en San Luis Potosí. A pesar de los anuncios de posibles multas y colocación de lonas preventivas, las montañas de desechos siguen creciendo fuera del horario establecido, sin que haya sanciones visibles.
Vecinos y transeúntes denuncian que los amagos de sanciones solo quedan en palabras, pues no existen campañas activas que fomenten la cultura de la limpieza ni un sistema eficiente que garantice el cumplimiento de los reglamentos. La basura, lejos de disminuir, se acumula de manera alarmante en zonas de alto tránsito vehicular y peatonal.
El actual gobierno municipal encabezado por Enrique Galindo Ceballos ha sido objeto de fuertes críticas por la deficiente gestión del servicio de limpia. Aun cuando los reportes ciudadanos se presentan a través de las líneas de atención, los reclamos no obtienen respuesta efectiva.
Habitantes de la capital potosina señalan que los servicios de atención telefónica no resuelven las solicitudes y que los reportes en plataformas digitales tampoco provocan acciones inmediatas. La falta de seguimiento evidencia una grave desconexión entre las autoridades municipales y las necesidades reales de la población.
La ausencia de brigadas de supervisión que inspeccionen las vialidades importantes agrava el problema. Sin recorridos frecuentes ni operativos visibles, los ciudadanos perciben que no existe un verdadero interés por atender las quejas ni resolver la contaminación visual y sanitaria que representa la basura.
Mientras tanto, avenidas emblemáticas como Fray Diego y Carranza ofrecen una imagen de abandono que perjudica la calidad de vida, daña la imagen urbana y genera riesgos sanitarios. El descontento ciudadano crece ante la ineficacia municipal para resolver este problema básico.
La capital potosina enfrenta así una crisis de servicios públicos donde la falta de voluntad política, la omisión de supervisión y la indiferencia ante los reportes ciudadanos dibujan un panorama de abandono y deterioro progresivo.