II DOMINGO DE PASCUADIVINA MISERICORDIA – Ciclo C (Juan 20,19- 31) – abril 27, 2025Hechos 5, 12-16; Salmo 117; Apocalipsis 1,9-11.12-13. 17-19

Reflexiones Buena Nueva

En este tiempo de Pascua, que va del domingo de Resurrección, al domingo de Pentecostés (50 días) estaremos recordando como las primeras comunidades cristianas se fueron multiplicando, al reconocer y compartir la resurrección de Jesús, nuestro Mesías.

Evangelio según san Juan 20,19- 31

Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría. De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; ya los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.

Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!”. Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”. Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.

Reflexión:

¿Cómo creer en el Resucitado?

Comenzamos el paso lunes de la Octava de Pascua, con la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, quien todavía el pasado Domingo de Resurrección, visiblemente debilitado y en silla de ruedas, se asomó al balcón de la Basílica de San Pedro para saludar brevemente a los fieles congregados en la Plaza. Con voz suave, expresó: “Queridos hermanos y hermanas, feliz Pascua. El maestro de la ceremonia os leerá el mensaje”… en el cual,

“proclama con gozo la resurrección de Jesús, como el fundamento de la esperanza verdadera. A través del triunfo del amor sobre el odio y del perdón sobre la venganza, recuerda que el mal sigue presente, pero ya no tiene el dominio definitivo gracias a la misericordia divina, sobre quienes acogen la gracia de la Resurrección. Los temas principales del mensaje fueron:

Llamado a los que sufren: Palabras de consuelo a quienes viven dolor, soledad y angustia. Asegurando que Dios recoge incluso las lágrimas más silenciosas y ofrece una esperanza comprometida, que impulsa a ser “peregrinos de esperanza”.

Defensa de la vida: Subrayando que toda vida es preciosa: desde el no nacido hasta el anciano o el marginado, condenando la cultura del descarte y la violencia contra los más vulnerables.
Llamado a la paz mundial: El Papa clama por el fin de los conflictos en Tierra Santa, Gaza, Ucrania, Siria, Líbano, Yemen, el Sahel, el Cuerno de África y otros lugares, apelando al cese del fuego, la liberación de rehenes y la reconciliación entre los pueblos.

Unidad entre cristianos: Celebra que este año católicos y ortodoxos celebran la Pascua en la misma fecha, e invoca la luz del Santo Sepulcro como símbolo de unidad y paz.

Condiciones para la paz: Afirma que no puede haber paz sin libertad religiosa ni sin un verdadero desarme. Critica la carrera armamentista y llama a la solidaridad y al desarrollo humano integral.
Destacando las siguientes frases del mensaje: “El amor venció al odio. La luz venció a las tinieblas”, “La esperanza no defrauda. Spes non confundit.” y “La Pascua es la fiesta de la vida. Dios nos ha creado para la vida y quiere que la humanidad resucite”. (cfr. MENSAJE «URBI ET ORBI» DEL SANTO PADRE FRANCISCO, PASCUA 2025)

Con este mensaje, el Papa Francisco, nos confirma el sentido de la Pascua, y como lo que Jesús Resucitado dijo a los apóstoles, nos lo dice hoy a cada uno de nosotros: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”.

¿A dónde soy enviado a dar testimonio del Resucitado?… ¿Dónde y a quién puedo tender una mano, para sanarlo, levantarlo? … ¿Cómo contribuir a la paz en mi entorno?
Alfredo Aguilar Pelayo
alfredo@ccrrsj.org

RecursosParaVivirMejor

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