Miles de fieles y líderes mundiales se congregan en la Plaza de San Pedro para rendir homenaje al papa que alzó la voz por la paz y los más desfavorecidos.

Unas 250 mil personas se congregaron este sábado en la Plaza de San Pedro y calles adyacentes para asistir al funeral del papa Francisco, según cifras actualizadas por el Vaticano. La ceremonia, que concluyó al mediodía local, desbordó la capacidad de la plaza y extendió la multitud a lo largo de la Vía de la Conciliación.
El cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio, fue el encargado de oficiar la homilía, donde recordó a Francisco como un papa “entre la gente” y defensor incansable de la paz. Re destacó que, frente al estallido de guerras recientes, Francisco nunca dejó de implorar sensatez y negociación para encontrar soluciones.
Durante su mensaje, Re subrayó la cercanía de Francisco con los marginados y pobres, rememorando su contacto directo con la gente y su marcada atención hacia quienes enfrentaban mayores dificultades. “Fue un pontífice con el corazón abierto a todos”, recalcó el cardenal ante líderes mundiales y fieles.
El cardenal evocó la emblemática frase “construir puentes y no muros”, recordando que Francisco la pronunció en presencia de Donald Trump y otros líderes, como un llamado a la unidad y a la solidaridad internacional. La cita se convirtió en uno de los símbolos más recordados de su pontificado.
Re también trajo a la memoria la última aparición pública de Francisco en el Domingo de Resurrección, cuando, a pesar de su frágil estado de salud, bendijo al mundo desde el balcón de San Pedro y bajó a la plaza en el papamóvil para saludar a los fieles presentes.
Entre los aspectos más destacados del pontificado, Re mencionó su lenguaje sencillo y directo, su gran carisma para tocar corazones, y su insistente llamado a mantener las puertas de la Iglesia abiertas para todos, en especial para refugiados, desplazados y pobres del mundo.
La homilía recordó también los viajes apostólicos más significativos de Francisco, como su visita a Lampedusa, Lesbos y la frontera entre México y Estados Unidos, reflejo de su sensibilidad hacia las crisis migratorias y las periferias más olvidadas del planeta.
El funeral concluyó con un emotivo mensaje final del cardenal Re: “Querido papa Francisco, ahora te pedimos que reces por nosotros y bendigas a la Iglesia, a Roma y al mundo entero”, palabras que sellaron el adiós multitudinario al pontífice que pidió hasta el último momento: “No se olviden de rezar por mí”.