El pontífice asegura que la muerte es un nuevo comienzo y reivindica el valor de la vejez como etapa de sabiduría y gracia.

El papa Francisco compartió profundas reflexiones sobre la muerte y la vejez en un texto inédito que será publicado como prólogo del nuevo libro del cardenal Angelo Scola, titulado “En espera de un nuevo comienzo. Reflexiones sobre la vejez”, a lanzarse el 24 de abril. El escrito, fechado el 7 de febrero, destaca una visión esperanzadora del fin de la vida y de la etapa de la ancianidad.
“La muerte no es el fin de todo, sino el comienzo de algo (…) Es un nuevo inicio”, escribió el pontífice. Aseguró que la vida eterna ya comienza en la tierra para quienes aman, y que la eternidad es una experiencia que aún no se ha vivido plenamente, pero que representa un verdadero renacer.
Respecto a la vejez, Francisco defendió el uso del término “viejo” como símbolo de dignidad. “Decir viejo no significa ‘ser desechado’, como nos hace pensar una cultura del descarte, sino experiencia, sabiduría, discernimiento y escucha”, afirmó. El papa valoró esa etapa como un momento para abrazar la lentitud y el conocimiento acumulado, y no como una carga.
El texto cobra mayor relevancia al haberse escrito semanas antes de que el papa fuera hospitalizado por una neumonía bilateral, que lo mantuvo ingresado durante 38 días. Aun convaleciente, el líder de la Iglesia católica se mostró firme en su convicción de vivir la vejez como una gracia.
“Si acogemos con gratitud y reconocimiento el tiempo en el que experimentamos la disminución de las fuerzas (…) la vejez se convierte en una edad de vida”, concluye Francisco, ofreciendo un mensaje contracultural en un mundo donde se suele valorar más la juventud y la productividad que la experiencia y el sosiego.