Un viernes parece ser otro día más de la semana, pero en la época de Semana Santa, el Viernes Santo es una fecha importante y de las más representativas, pero alguna vez te has preguntado ¿qué es o por qué se conmemora en esta temporada?.
En México, esta tradición se ha vuelto una tradición tan relevante entre los mexicanos, por lo que es común que en muchas familias se respete y conmemore este día. Pero no solo se queda en las familias, sino que se llegan a realizar representaciones grandes este día, tal como la Vía Crucis que se realiza en Iztapalapa, Ciudad de México.
¿Qué significa el Viernes Santo?
El Viernes Santo es una de las fechas más significativas dentro de la Semana Santa, ya que se conmemora la crucifixión y muerte de Jesús en la cruz. Este momento representa el sacrificio más grande dentro de la fe.
A diferencia de otras fechas dentro del calendario litúrgico, el Viernes Santo está marcado por el duelo y el dolor, lo que contrasta fuertemente con la alegría del Domingo de Resurrección.
Qué se hace el Viernes Santo
El Viernes Santo se conmemora el día de la muerte de Jesús. Antiguamente, era un día de luto caracterizado por el ayuno, una práctica que luego se extendió a todos los viernes del año, de acuerdo con el portal oficial de noticias del Vaticano: Vatican News.
La liturgia del Viernes Santo se compone de tres momentos importantes:
- Liturgia de la Palabra.
- Adoración de la Cruz.
- Comunión.
De acuerdo a la fuente señalada, durante este día se recuerda que Jesús murió en la cruz para llevar a cabo la misión de salvación que Dios Padre le había encomendado.
Algunos momentos específicos de la crucifixión que se recuerdan en este día son:
- La presencia de la madre de Jesús, su tía María mujer de Cleofás, y María Magdalena junto a la cruz.
- Las palabras de Jesús dirigidas a su madre y al discípulo amado, donde encomienda a su madre al discípulo y al discípulo a su madre.
- El momento en que Jesús, sintiendo sed para que se cumpliera la Escritura, pidió de beber y le ofrecieron vinagre.
- La última declaración de Jesús: “Todo se ha cumplido”, antes de inclinar la cabeza y entregar su espíritu.
