El pontífice sigue convaleciente de graves problemas respiratorios y reduce su participación en Semana Santa.

Por tercer año consecutivo, el papa Francisco no participó de forma presencial en el tradicional Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo de Roma, debido a los persistentes problemas respiratorios que lo han afectado recientemente. El pontífice argentino, de 87 años, continúa convaleciente tras permanecer 38 días hospitalizado, hasta el pasado 23 de marzo.
La ceremonia fue presidida por el cardenal Baldassare Reina, delegado papal, ante miles de fieles que acudieron al Coliseo, símbolo del martirio cristiano. La cruz fue portada por representantes de diversos sectores sociales, como migrantes, personal médico, voluntarios y personas con discapacidad.
Aunque ausente físicamente, el papa sí estuvo presente con sus meditaciones, que fueron leídas durante las 14 estaciones. En sus reflexiones, Francisco criticó un mundo dominado por “lógicas implacables” y una “economía que mata”, y clamó por la paz y justicia para los más vulnerables.
El papa tampoco asistió a la liturgia del Viernes Santo en la Basílica de San Pedro, aunque sí visitó la cárcel romana de Regina Coeli el Jueves Santo. El Vaticano aún no confirma su participación en la bendición Urbi et Orbi del Domingo de Pascua.