
Un grupo de investigadores dice que han encontrado pruebas de que, en sus orígenes, la Tierra tenía más hidrógeno de lo que se pensaba, lo que pone en duda lo que se creía sobre los orígenes del agua y la evolución de nuestro planeta.
Científicos de la Universidad de Oxford analizaron un tipo de meteorito poco común conocido como condrita de enstatita. La roca espacial data de hace unos 4.600 millones de años y se cree que tiene una composición similar a la de la Tierra primitiva, según un estudio publicado el miércoles en la revista Icarus.
Los investigadores descubrieron que la mayor parte del hidrógeno contenido en el meteorito era intrínseco, en lugar de estar presente debido a la contaminación, lo que sugiere que la Tierra habría tenido suficiente hidrógeno para permitir la formación de moléculas de agua.
Este hallazgo pone en duda la creencia generalizada de que el hidrógeno llegó a la Tierra en asteroides que impactaron sobre lo que antes era un planeta seco y rocoso incapaz de albergar vida.
“Supusimos que la Tierra tiene agua hoy debido a una situación bastante afortunada en la que había sido golpeada por estos asteroides”, dijo el miércoles a CNN el autor principal del estudio, Tom Barrett, estudiante de doctorado en el departamento de ciencias de la Tierra de la Universidad de Oxford.
“Pero lo que ha demostrado en este estudio es que, en realidad, el material que formó la Tierra en primera instancia contenía una gran cantidad de hidrógeno y oxígeno”, agregó. “El descubrimiento de hidrógeno en este meteorito significa que la Tierra podría haber estado hidratada o húmeda desde su formación”.
En cuanto al por qué los niveles de hidrógeno identificados en el estudio no se habían detectado anteriormente, Barrett explicó que el elemento químico es difícil de medir, especialmente en concentraciones tan bajas. La detección solo fue posible gracias a una técnica conocida como X-ray Absorption Near Edge Structure (espectroscopía de absorción de rayos X cerca de la estructura del borde), o espectroscopía XANES, dijo.
“Para hacer eso se necesita un acelerador de partículas”, añadió. “Esta es una instalación enorme, realmente costosa, que hemos sido muy afortunados de haber poder utilizar para este estudio. Pero no es exactamente el tipo de experimento que se puede hacer en el garaje de la casa”.
El estudio podría cambiar drásticamente nuestra comprensión de los inicios de la Tierra, pero el descubrimiento de hidrógeno en el meteorito no significa que la vida hubiera evolucionado necesariamente antes, dijo Barrett. Esto se debe a que la capacidad de evolucionar de un planeta puede depender más de la forma en que evoluciona, que del material del que está formado, dijo.
El hidrógeno en los inicios de la Tierra
Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia había analizado previamente el meteorito, conocido como LAR 12252, que se halló en la Antártida. El estudio de agosto de 2020 descubrió que los cóndrulos de la roca espacial, o minúsculos objetos esféricos, y el material orgánico contenido en su interior tenían trazas de hidrógeno. La investigación, sin embargo, solo tomó en cuenta una parte del hidrógeno que estaba dentro del meteorito.
Los investigadores del nuevo estudio creían que dentro del meteorito podría haber más hidrógeno unido al azufre. El equipo detectó, de manera inesperada, sulfuro de hidrógeno dentro de la fina matriz que rodea a los cóndrulos, “en promedio casi 10 veces más” de sulfuro de hidrógeno que el que se encuentra en los objetos esféricos, según el estudio.
“Nos emocionamos muchísimo cuando el análisis nos indicó que la muestra contenía sulfuro de hidrógeno, ¡pero no donde esperábamos!”, dijo Barrett en un comunicado. “Ya que la probabilidad de que este sulfuro de hidrógeno se generara debido a la contaminación terrestre es muy baja, esta investigación proporciona evidencia vital para respaldar la teoría de que el agua en la Tierra es innata, que es un resultado natural de los elementos que componen nuestro planeta”.