Trump dice que no tiene prisa por eliminar aranceles en conversaciones con Meloni

El presidente estadounidense Donald Trump dijo el jueves que “no tenemos prisa” por alcanzar ningún acuerdo comercial debido a que las ganancias que generan sus aranceles, pero en su reunión con la primera ministra italiana Giorgia Meloni insinuó que sería fácil lograr un acuerdo con la Unión Europea y otras naciones.

Su gobierno ha indicado que ha recibido ofertas de otros países y que es posible alcanzar 90 acuerdos durante la pausa de los 20 días a los aranceles, pero el presidente desestimó la probabilidad de acelerar el cronograma diciendo que cualquier acuerdo se produciría “en un momento dado”.

“No tenemos prisa”, dijo Trump e insinuó que tiene una ventaja debido a que otros países desean tener acceso a los consumidores estadounidenses.

La reunión de Meloni con Trumo pondrá a prueba su temple como puente entre la Unión Europea y Estados Unidos. Ella es la primera líder europea en sostener conversaciones cara a cara con el mandatario desde que anunció y luego suspendió parcialmente los aranceles del 20% sobre las exportaciones europeas.

Meloni se reúne con Trump como líder de Italia, pero también ha sido “nombrada”, en cierto sentido, como representante de la UE en un momento crítico de la guerra comercial que ha avivado los temores de una recesión. Estuvo en estrecho contacto con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, antes del viaje, y “el contacto está… estrechamente coordinado”, dijo una portavoz de la comisión.

La UE defiende lo que denomina “la relación comercial más importante del mundo”, con un comercio anual que alcanza los 1,6 billones de euros (1,8 billones de dólares). El gobierno de Trump ha dicho que sus aranceles permitirían negociaciones comerciales que excluirían a China, el fabricante dominante del mundo. Pero el mandatario estadounidense sostiene que rivales y aliados se han aprovechado de Estados Unidos en el comercio.

Las negociaciones comerciales están bajo la autoridad de la Comisión de la Unión Europea, que presiona para alcanzar un acuerdo de aranceles cero con Washington. En conversaciones con la UE, los funcionarios del gobierno de Trump aún no han mostrado públicamente signos de ceder en la insistencia del presidente de que se cobre un arancel base del 10% a todas las importaciones extranjeras. Trump pausó durante 90 días su impuesto inicial del 20% a los productos del bloque para que pudieran llevarse a cabo negociaciones.

La UE ya ha interactuado con funcionarios de la administración de Trump en Washington. Maroš Šefčovič, el comisionado europeo para el comercio y la seguridad económica, dijo que se reunió el lunes con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y con el Representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer.

Šefčovič dijo después en X que “se requerirá un importante esfuerzo conjunto de ambas partes” para obtener aranceles cero y trabajar en las barreras comerciales no arancelarias.

Los márgenes de avance de Meloni están más en obtener claridad sobre los objetivos del presidente republicano que en lograr concesiones directas, dicen los expertos.

Fabian Zuleeg, economista en jefe del Centro de Política Europea, un grupo de expertos de Bruselas, comentó: “Es una misión muy delicada. Está toda la agenda comercial, y aunque ella no está negociando oficialmente, sabemos que a Trump le gusta tener este tipo de diálogo informal, que en cierto sentido es una negociación. Así que tiene mucho trabajo que hacer”.

Como líder de un partido de extrema derecha, Meloni está ideológicamente alineada con Trump en temas como frenar la migración, promover los valores tradicionales y el escepticismo hacia las instituciones multilaterales. Pero han surgido marcadas diferencias en cuanto al apoyo inquebrantable de Meloni a Ucrania tras la invasión de Rusia, iniciada en febrero de 2022.

Se espera que los dos líderes hablen de la guerra y del papel de Italia en una posible reconstrucción posguerra de Ucrania. Se espera que Trump presione a Meloni para que aumente el gasto de Italia en defensa, que el año pasado estuvo muy por debajo del objetivo del 2% del producto interno bruto para los países de la alianza militar de la OTAN. El gasto de Italia, con un 1,49% del PIB, está entre los más bajos de Europa.

A pesar de las diferencias sobre Ucrania y el gasto en defensa, algunos miembros del gobierno de Estados Unidos ven a Meloni como un puente vital hacia Europa en un momento difícil para las relaciones transatlánticas.

Un alto funcionario de la administración, que informó a los periodistas antes de la visita bajo la condición de anonimato según las reglas establecidas por la Casa Blanca, dijo que Trump no solo busca analizar con Meloni cómo “se puede abrir el mercado de Italia, sino también cómo pueden ayudarnos con el resto de Europa”.

Tras ser la única líder europea en asistir a la ceremonia de investidura de Trump el 20 de enero, Meloni ha respondido con una estudiada moderación mientras los abruptos cambios en la política de Estados Unidos durante el régimen del republicano han desgastado la alianza entre Estados Unidos y Europa. Denunció los aranceles, calificándolos como “equivocados”, y advirtió que “dividir a Occidente sería desastroso para todos”, tras el acalorado diálogo de Trump en la Casa Blanca con el presidente de Ucrania.

Wolfango Piccoli, analista de la consultora Teneo con sede en Londres, señaló: “Ha sido muy cautelosa. Es lo que necesitamos cuando tenemos una contraparte que cambia cada día”.

Italia mantiene un superávit comercial de 40.000 millones de euros (45.000 millones de dólares) con Estados Unidos, el mayor con cualquier país, impulsado por el apetito de los estadounidenses por el vino espumoso italiano, alimentos como el queso Parmigiano Reggiano y el jamón de Parma, y la moda de lujo italiana. Todos estos son sectores fundamentales para la economía italiana, y en su mayoría están apoyados por pequeños y medianos productores que son votantes clave de centroderecha.

“En general, creo que se centrará en las muy fuertes relaciones económicas y comerciales que Italia tiene con Estados Unidos, no solo en términos de exportaciones, sino también de servicios y energía”, comentó Antonio Villafranca, vicepresidente del grupo de expertos ISPI en Milán. “Por ejemplo, Italia podría incluso considerar la posibilidad de importar más gas de Estados Unidos”.

La reunión se produce en un contexto de crecientes preocupaciones sobre la incertidumbre global generada por las crecientes guerras arancelarias. La previsión de crecimiento de Italia para este año ya se ha reducido del 1% al 0,5% como resultado.

El gobierno de Trump ha impuesto aranceles a gran parte del mundo, argumentando que otros países se han aprovechado de Estados Unidos, como lo demuestran sus déficits comerciales. Pero con la pausa de 90 días, la Casa Blanca aumentó los aranceles de Trump sobre China al 145% mientras mantiene aranceles separados de hasta el 25% sobre Canadá, México, los automóviles, el acero y el aluminio.

El miércoles, Trump se reunió con el principal negociador comercial de Japón, Ryosei Akazawa. En las redes sociales, el mandatario republicano resumió la reunión como un “¡Gran progreso!” pero no ofreció detalles específicos. China busca simultáneamente llegar a acuerdos que podrían desmentir las afirmaciones de Trump de que sus aranceles finalmente generarían más empleos en fábricas nacionales y un crecimiento más fuerte.

Los expertos advirtieron que no se deben elevar las expectativas sobre cualquier progreso concreto entre Estados Unidos y la UE.

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