Un ciclo de películas censuradas sacude la Semana Santa potosina con reflexiones provocadoras sobre la fe, la historia y los dogmas religiosos.

Durante esta Semana Santa, el Museo del Virreinato de San Luis Potosí abrió espacio para el debate y la reflexión con el ciclo “Prohibidas en Cuaresma”, una selección de películas históricamente polémicas proyectadas en el Atrio Centro Cultural. Bajo el argumento de explorar el cine religioso desde perspectivas controvertidas, el programa confronta sensibilidades conservadoras al exhibir títulos que, en distintos momentos, han sido censurados o condenados por autoridades eclesiásticas. Lejos de ofrecer una catequesis tradicional, este ciclo interpela los límites de la fe y la moral en el lenguaje cinematográfico.
La programación inició el miércoles 16 de abril con Barrabás (1961), dirigida por Richard Fleischer. Esta producción italo-americana protagonizada por Anthony Quinn imagina la vida del criminal liberado por el pueblo en lugar de Jesús. A través de un relato ficticio, el filme explora la culpa, el destino y la redención desde la mirada de un hombre que carga con la sombra del Mesías crucificado. Su tono épico y filosófico cuestiona la figura del mártir ausente, mientras dramatiza la desorientación del alma ante el misterio divino.
El jueves 17 se presentó La última tentación de Cristo (1988), dirigida por Martin Scorsese, adaptación de la novela de Nikos Kazantzakis. Esta cinta causó indignación entre grupos religiosos desde su estreno, al mostrar a un Jesús humano, lleno de dudas, deseos y contradicciones. Willem Dafoe interpreta a un Cristo que enfrenta la tentación de llevar una vida ordinaria, con esposa e hijos, abandonando su papel como redentor. El filme, lejos de buscar blasfemar, propone un retrato introspectivo sobre la lucha interna entre lo espiritual y lo terrenal. Su inclusión en este ciclo reaviva el debate sobre los límites de la libertad creativa al tratar temas sagrados.
Para cerrar el ciclo, el sábado 19 se proyectará María Magdalena: El evangelio prohibido (2005), de Abel Ferrara. Con un enfoque poco convencional, la película intenta reivindicar a María Magdalena como figura clave del cristianismo primitivo, más allá del estigma de la prostituta arrepentida. El filme alterna pasajes bíblicos con una interpretación simbólica y poética, planteando que Magdalena fue una guía espiritual para Jesús, e incluso depositaria de un mensaje oculto excluido por los evangelios canónicos. Esta relectura feminista y gnóstica ha generado polémica, pero también ha abierto paso a discusiones sobre el papel de las mujeres en la historia de la Iglesia.
El ciclo no solo provoca, también invita a pensar el papel del cine como espacio de reinterpretación de las narrativas religiosas. En una ciudad donde la religiosidad popular ocupa un lugar central, esta apuesta cultural resulta audaz y necesaria. El Museo del Virreinato se posiciona así como un foro para la diversidad de pensamiento, recordando que la fe no está reñida con el cuestionamiento, y que incluso en la Semana Mayor puede haber lugar para la disidencia artística.