Desde 35 metros de altura y con 90 años de tradición, Acapulco alcanza los reflectores internacionales con el salto número cinco millones de sus legendarios clavadistas.

La icónica tradición de los clavadistas de La Quebrada en Acapulco se elevó —literal y simbólicamente— a nuevas alturas este miércoles, al obtener un Récord Guinness por el salto de cabeza más alto del mundo, ejecutado desde una plataforma natural a 35 metros de altura. Este evento también marcó el salto número cinco millones realizado en este emblemático acantilado guerrerense.
La hazaña, reconocida por Guinness World Records, no solo representa un triunfo deportivo, sino también un homenaje a la historia, resiliencia y cultura de Acapulco, especialmente tras los difíciles momentos vividos por el puerto en los últimos años. La gobernadora del estado, Evelyn Salgado Pineda, destacó el logro como un símbolo de la fortaleza del pueblo acapulqueño:
“Este récord no es solo un logro deportivo… Es reflejo de la grandeza de este maravilloso pueblo, de la resiliencia de Acapulco, de su talento, de su historia y de su gente”.
La proeza fue ejecutada por un clavadista profesional certificado de la Asociación de Clavadistas Profesionales de La Quebrada, agrupación que ha mantenido viva esta tradición desde su origen en 1934, cuando los saltos comenzaron de manera espontánea entre niños y jóvenes de la comunidad. Con el tiempo, la actividad se formalizó como espectáculo y se convirtió en uno de los principales atractivos turísticos del puerto.
El salto de récord no solo superó la altura de los clavados olímpicos —que suelen realizarse desde 10 metros—, sino que también implicó una dificultad técnica aún mayor, ya que la profundidad en la que los clavadistas aterrizan es hasta cuatro veces menor que la que se utiliza en competencias deportivas profesionales.
Ingrid Rodríguez, representante de Guinness World Record en México, resaltó que este logro refleja una combinación única de técnica, valor y tradición:
“Este es un récord que podría romperse en cualquier parte del mundo, pero únicamente los clavadistas de La Quebrada lo están logrando. Saltar tres veces más la altura de cualquier clavadista olímpico y, sobre todo, caer en una profundidad cuatro veces más chica, es un acto de precisión y valentía que merece reconocimiento global”.
La ceremonia de certificación del récord fue acompañada de un espectáculo especial de clavados, al que asistieron autoridades estatales, turistas nacionales e internacionales, y figuras del deporte mexicano. En el evento también se rindió homenaje póstumo a varias generaciones de clavadistas que han dado forma a esta tradición, algunos de los cuales entregaron su vida a la pasión de lanzarse al mar desde alturas extremas.
Los clavados en La Quebrada han sido, por décadas, un símbolo no solo del turismo en Acapulco, sino también de su identidad cultural. Con este récord, México vuelve a figurar en los listados de Guinness, esta vez con un salto que honra el pasado y proyecta al futuro la majestuosidad del Pacífico guerrerense.
Las autoridades locales anunciaron que este logro será promovido internacionalmente como parte de una estrategia para reactivar el turismo en Acapulco, destacando el potencial cultural y deportivo de La Quebrada como Patrimonio Vivo de México.