El consumo excesivo de alcohol en el pasado se asoció con una menor proporción de masa cerebral, en comparación con la masa corporal y peores capacidades cognitivas

El consumo excesivo de alcohol es un importante problema de salud mundial, vinculado al aumento de la morbilidad y la mortalidad. Sin embargo, no está claro el impacto a largo plazo del consumo excesivo de alcohol en las capacidades cognitivas ni en la neuropatología relacionada con la demencia.
Un estudio de la Universidad de São Paulo (Brasil), que ha analizado la asociación entre el consumo de alcohol y los resultados neuropatológicos relacionados con la edad en un estudio poblacional, muestra que los grandes bebedores mueren 13 años antes que los que nunca han bebido, y en sus cerebros se observar lesión cerebral que bien podrías vinculares a problemas de cognición.
IMPACTO DEL CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL EN LA SALUD CEREBRAL
El estudio, que ha sido publicado en ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, no prueba que el consumo excesivo de alcohol cause lesión cerebral; solo muestra una asociación.
No obstante, se observa que los grandes bebedores – que son aquellos que consumen ocho o más bebidas alcohólicas por semana – tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones cerebrales llamadas arterioloesclerosis hialina, signos de lesión cerebral asociados con problemas de memoria y razonamiento.
La arterioloesclerosis hialina es una afección que provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos pequeños, volviéndose gruesos y rígidos. Esto dificulta el flujo sanguíneo, lo que con el tiempo puede dañar el cerebro. Se manifiesta como lesiones, áreas de tejido dañado en el cerebro.
“El consumo excesivo de alcohol es un importante problema de salud mundial, vinculado con un aumento de problemas de salud y muertes. Analizamos cómo el alcohol afecta el cerebro a medida que las personas envejecen. Nuestra investigación demuestra que el consumo excesivo de alcohol es perjudicial para el cerebro, lo que puede provocar problemas de memoria y pensamiento”, detalla el autor del estudio, el doctor Alberto Fernando Oliveira Justo, de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (Brasil).
SE ESTUDIO EL TEJIDO CEREBRAL DE 1.781 PERSONAS
El estudio incluyó a 1.781 personas con una edad promedio de 75 años al fallecer. A todas se les realizó una autopsia cerebral. Los investigadores examinaron el tejido cerebral para buscar signos de lesión cerebral, como ovillos de tau y arteriolosclerosis hialina. También midieron el peso cerebral y la estatura de cada participante.
Los investigadores dividieron a los participantes en cuatro grupos: 965 personas que nunca bebían, 319 bebedores moderados que consumían siete o menos bebidas a la semana; 129 bebedores empedernidos que consumían ocho o más bebidas a la semana; y 368 exbebedores empedernidos. Los investigadores definieron una bebida como la cantidad de 14 gramos de alcohol, equivalente a unos 350 mililitros (ml) de cerveza, 150 ml de vino o 45 ml de licor destilado.
De quienes nunca bebieron, el 40% presentó lesiones cerebrales vasculares. De los bebedores moderados, el 45% presentó lesiones cerebrales vasculares. De los bebedores empedernidos, el 44% presentó lesiones cerebrales vasculares. De los exbebedores empedernidos, el 50% presentó lesiones cerebrales vasculares.
Después de ajustar los factores que podrían afectar la salud del cerebro, como la edad al morir, el tabaquismo y la actividad física, los grandes bebedores tenían un 133% más de probabilidades de tener lesiones cerebrales vasculares en comparación con los que nunca bebieron, los ex grandes bebedores tenían un 89% más de probabilidades y los bebedores moderados, un 60%.
Los investigadores también descubrieron que los grandes bebedores y ex grandes bebedores tenían mayores probabilidades de desarrollar ovillos de tau, un biomarcador asociado con la enfermedad de Alzheimer, con probabilidades 41% y 31% mayores, respectivamente.