Así se vive con temor y terror en Residencial del Bosque, con gente armada a todas horas del día.

La tranquilidad de los vecinos del fraccionamiento Residencial del Bosque ha sido interrumpida por la presencia constante de hombres armados que patrullan las calles a plena luz del día. En las últimas horas, un grupo de cinco sujetos portando armas largas fue captado en video realizando disparos al aire, lo que generó una ola de pánico entre los habitantes de la zona.
En el video, difundido por redes sociales, se escuchan los comentarios de los vecinos grabando desde el interior de sus casas: “Se me hace que vienen por alguien, o un levantón”. La incertidumbre y el miedo se reflejan en sus voces, mientras intentan mantenerse seguros y al resguardo de una situación que, denuncian, se ha vuelto frecuente en las últimas semanas.
De acuerdo con testimonios anónimos, no es la primera vez que se observa a hombres armados circular por las calles del fraccionamiento. Los vecinos aseguran que hay presencia de vehículos sospechosos durante el día y la noche, sin que ninguna autoridad haya intervenido para brindar seguridad o dar seguimiento a las denuncias que se han realizado.
“Vivimos con miedo, ya ni siquiera podemos salir a caminar con nuestros hijos o sentirnos tranquilos en casa”, comentó una vecina que pidió omitir su nombre por seguridad. También señalaron que, tras los disparos, no llegó ninguna patrulla ni autoridad a inspeccionar la zona, lo que aumenta la percepción de abandono por parte del Estado.
Ante estos hechos, los residentes han hecho un llamado urgente a las autoridades municipales y estatales para que incrementen la vigilancia en la zona, instalen cámaras de seguridad y establezcan mecanismos de protección que garanticen su integridad. “No queremos que esto termine en una tragedia, pero así no se puede vivir”, lamentaron.
El caso de Residencial del Bosque se suma a una creciente lista de fraccionamientos en San Luis Potosí que sufren los estragos de la inseguridad y la normalización del crimen organizado, lo cual pone en evidencia una alarmante omisión institucional ante la escalada de violencia que azota incluso zonas habitacionales consideradas de clase media o alta.