La Casa Blanca busca reemplazar los subsidios daneses con beneficios directos a la población.

La administración del expresidente Donald Trump considera ofrecer un pago anual de 10 mil dólares a cada habitante de Groenlandia como parte de un ambicioso plan para anexionar la isla al territorio estadounidense, reportó el diario The New York Times. Según el medio, el gobierno republicano ve la medida como una forma de ganar simpatía local y compensar la posible salida del subsidio anual de 600 millones de dólares que actualmente aporta Dinamarca.
La propuesta se sustenta en la expectativa de ingresos por explotación de recursos naturales presentes en el territorio ártico, como tierras raras, uranio, petróleo, oro y cobre. La iniciativa surge en un contexto en el que Estados Unidos considera a Groenlandia estratégica para su seguridad nacional, pese a que el gobierno local ha reiterado que no está en venta ni desea cambiar de soberanía.
Groenlandia, con una población de unos 56 mil habitantes, ha sido territorio autónomo dentro del Reino de Dinamarca desde 1979. Aunque solo el 20 % de su superficie es habitable, su ubicación geográfica y riqueza en recursos han despertado el interés geopolítico de Washington, especialmente en el contexto del cambio climático y las rutas árticas.
Durante una comparecencia en marzo, Trump señaló ante el Congreso que la isla es clave para la seguridad global. Sin embargo, las autoridades locales y el gobierno danés han calificado la presión estadounidense como inaceptable. En paralelo, una visita reciente del vicepresidente JD Vance a la base militar estadounidense en Groenlandia generó controversia por la falta de coordinación con el gobierno local.
La polémica aumentó tras el despido de la coronel Susannah Meyers, comandante de la base espacial de Estados Unidos en la isla, luego de que circulara una carta donde se desmarcaba públicamente de la postura de Vance. El Pentágono argumentó que la decisión fue tomada por “pérdida de confianza en su capacidad de liderar”.
El debate sobre la posible anexión revive una antigua intención de Estados Unidos: en 1946, el entonces presidente Harry Truman ofreció 100 millones de dólares a Dinamarca por Groenlandia, propuesta que también fue rechazada. La actual tensión refleja tanto el interés económico como el valor estratégico del territorio en el tablero global.