Convocadas por organizaciones no gubernamentales y con apoyo del Partido Socialista, las protestas no lograron una gran respuesta popular.

Decenas de manifestaciones se llevaron a cabo este sábado en distintas ciudades de Francia para rechazar los ataques de la extrema derecha al sistema judicial y denunciar la manipulación política tras la condena por malversación de fondos al partido de Marine Le Pen. Sin embargo, las protestas no lograron convocar una participación masiva.
En París, varios cientos de manifestantes se congregaron en la plaza de la República, convocados por organizaciones no gubernamentales y con respaldo del Partido Socialista, para expresar su respaldo al estado de derecho y denunciar los intentos de deslegitimar la justicia por parte de figuras de la ultraderecha, luego de que Marine Le Pen fuera condenada el pasado 31 de marzo a cuatro años de cárcel (dos en arresto domiciliario) y cinco años de inhabilitación política, que ya está siendo aplicada de manera preventiva.
Los asistentes criticaron especialmente los ataques verbales de Le Pen contra el sistema judicial, a cuyos miembros calificó de “tiranos”, y denunciaron que intenta victimizarse políticamente tras el fallo que podría impedirle competir en las elecciones presidenciales de 2027.
La movilización ocurre una semana después de un mitin de la extrema derecha en el centro de París, que reunió a menos de 10 mil personas, mientras que una marcha paralela convocada por La Francia Insumisa, sin apoyo socialista, apenas logró sumar unos 3 mil asistentes, según cifras oficiales.
En otras ciudades como Marsella, la falta de convocatoria llevó a cancelar las protestas, lo que refleja una falta de movilización ciudadana ante un momento político clave, marcado por la tensión entre el ascenso de la ultraderecha y la defensa de las instituciones democráticas.