El pontífice continúa en convalecencia tras superar una grave neumonía; ha delegado las celebraciones principales a otros jerarcas.

La participación del papa Francisco en los principales ritos de la Semana Santa 2025 permanece en suspenso y dependerá de la evolución del clima en Roma y su estado de salud, informó este viernes la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Aunque el pontífice argentino de 88 años muestra señales de mejoría tras una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 38 días, su presencia en actos litúrgicos aún no está asegurada. Por lo pronto, ha delegado en el cardenal Leonardo Sandri la misa del Domingo de Ramos, programada para el 13 de abril en la Plaza de San Pedro.
El Vaticano ha optado por no hacer previsiones firmes sobre su asistencia a otros eventos litúrgicos como el Jueves Santo, el Vía Crucis del Viernes Santo en el Coliseo o la tradicional bendición “Urbi et Orbi” del Domingo de Resurrección. En los últimos dos años, Francisco se ausentó del Vía Crucis por razones climáticas y médicas.
Desde que fue dado de alta el pasado 23 de marzo, el papa permanece en recuperación dentro de la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano. Allí sigue un tratamiento riguroso con fisioterapia respiratoria y motora, oxigenoterapia y medicación, en un entorno controlado.
A pesar de su frágil estado de salud, el papa ha tenido algunas apariciones públicas recientes. Salió brevemente al balcón del hospital Gemelli tras recibir el alta; participó al final de la misa por el Jubileo de los Enfermos, y el pasado 10 de abril sorprendió a los fieles al ingresar sin su hábito papal a la basílica de San Pedro, vestido de manera informal y cubierto con un poncho a rayas. También se le vio en fotografías recibiendo a los reyes del Reino Unido, Carlos III y Camila, en su residencia.
La cautela del Vaticano refleja el deseo de preservar la salud del pontífice, mientras se valoran sus capacidades para reincorporarse de forma más activa a sus funciones públicas y religiosas, en una de las semanas más significativas para la Iglesia católica.