Este 11 de abril, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Parkinson, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad sobre los desafíos de esta enfermedad neurodegenerativa y la importancia del diagnóstico temprano.

Cada 11 de abril, el mundo recuerda el Día Mundial del Parkinson, una fecha dedicada a aumentar la conciencia sobre esta enfermedad neurodegenerativa crónica, que afecta a millones de personas en todo el mundo. La jornada, establecida en 1997 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), busca sensibilizar sobre los impactos de esta condición y promover un mayor entendimiento, así como el acceso a tratamientos adecuados.
La enfermedad de Parkinson fue descrita por primera vez en 1817 por el médico británico James Parkinson, quien, en su ensayo «An Essay on the Shaking Palsy», identificó los primeros síntomas de este trastorno. Este año, el Día Mundial del Parkinson se celebra en honor al aniversario de su nacimiento, y se enfoca en el diagnóstico temprano y en mejorar la calidad de vida de quienes viven con la enfermedad.
El Parkinson afecta principalmente al control motor del cuerpo, lo que resulta en síntomas como temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y problemas de equilibrio. Con el tiempo, estos síntomas pueden interferir de manera significativa en las actividades diarias de los pacientes. A pesar de los avances en la comprensión de la enfermedad, aún no existe una cura definitiva, aunque los tratamientos pueden reducir los síntomas y ralentizar su progresión.
Uno de los puntos clave en este Día Mundial es resaltar la importancia del diagnóstico temprano. Detectar el Parkinson en sus primeras fases puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida del paciente. La intervención temprana con medicamentos, terapias físicas y ocupacionales ayuda a mantener la independencia de las personas afectadas por más tiempo, retrasando el avance de la enfermedad.
Además de los aspectos médicos, el apoyo social y emocional es fundamental para quienes viven con Parkinson. Las personas diagnosticadas y sus familias deben adaptarse a los cambios físicos y psicológicos que la enfermedad conlleva. El acceso a grupos de apoyo, redes de ayuda y actividades de sensibilización juegan un papel crucial en mejorar el bienestar general de los pacientes.
El 11 de abril también sirve como recordatorio para las autoridades sanitarias y la sociedad en general sobre la necesidad de un mayor acceso a recursos médicos y de apoyo. Solo a través de una acción conjunta se puede garantizar que las personas con Parkinson reciban la atención y el cuidado que necesitan para enfrentar esta condición de manera digna y con el mayor apoyo posible.