La influencer surcoreana se ve envuelta en polémicas por sus declaraciones en redes sociales y acusaciones de aprovecharse de situaciones vulnerables, mientras corre el rumor de su posible partida de México.
La influencer surcoreana Sujim Kim, mejor conocida como “Chingu Amiga”, se encuentra nuevamente en el centro de la controversia tras ser acusada de lucrar con personas en situación vulnerable, fomentar la gentrificación y evadir impuestos, mientras crece su fortuna a través de sus videos en redes sociales y patrocinios. Estas críticas se intensificaron luego de su reciente aparición en una campaña publicitaria en las pantallas del metro de la Ciudad de México, donde durante una entrevista afirmó que “moría por vivir en Latinoamérica”.
Sus palabras fueron interpretadas por muchos usuarios de redes sociales como un intento de promover una imagen de afinidad hacia la región, sin embargo, algunos argumentaron que su verdadera motivación sería el estilo de vida al que puede acceder como extranjera, lo que desató un torrente de comentarios negativos. La declaración de Chingu Amiga no tardó en convertirse en un tema de debate, pues se cuestionó si sus acciones realmente eran un reflejo de una admiración genuina por la cultura latina o simplemente una forma de apropiarse de la región por sus beneficios económicos.
A raíz de la presión mediática, también comenzaron a circular rumores de que la influencer podría dejar México. La situación se complicó cuando la grafóloga Marifer Centeno aseguró en redes sociales que alguien había intentado pagarle para hablar mal de la influencer, lo que alimentó aún más las especulaciones sobre una supuesta campaña de desprestigio en su contra.
Recientemente, empezaron a difundirse publicaciones y clips donde supuestamente Chingu Amiga menciona que planea mudarse a Perú. Esto ha generado una mayor incertidumbre sobre sus planes y ha añadido más leña al fuego de las críticas que ya enfrentaba.
El escándalo ha hecho que la figura de Chingu Amiga se vea cuestionada por su manejo de la fama y los temas sociales. Mientras tanto, la influencer sigue siendo un personaje divisivo en el ámbito digital, tanto admirada por sus seguidores como rechazada por una parte de la comunidad que la ve como una figura explotadora. La situación de Chingu Amiga, y sus próximos pasos en la vida pública, parecen estar lejos de encontrar una solución definitiva.
