Aranceles más altos en productos importados afectarán a los consumidores de EE. UU., que probablemente pagarán más por iPhones, ropa, café, mariscos, alcohol y más.

La guerra comercial entre Estados Unidos y China, que se intensifica con la imposición de nuevos aranceles, amenaza con generar un aumento significativo en los precios de diversos productos en el país, afectando tanto a los consumidores como a la economía global. Con la última medida de China de elevar sus aranceles al 84% en represalia por el 125% impuesto por EE. UU., los expertos advierten que los costos de productos de consumo diario, como dispositivos electrónicos, ropa, alimentos y bebidas, podrían dispararse.
Uno de los sectores más afectados será el tecnológico. Apple, que depende de la manufactura de empresas en China como Foxconn, podría ver incrementados los precios de sus productos. Otros minoristas de electrónica como Best Buy también se verán impactados, ya que una gran parte de sus productos provienen de China. Además, las marcas de ropa, como Nike, que producen una parte importante de su inventario en China, Vietnam y Camboya, podrían trasladar el aumento de costos a los consumidores.
El supermercado también se verá afectado. Según el analista Phil Lempert, hasta un 40% de los productos en los estantes podrían encarecerse debido a los aranceles. Los mariscos importados, el café, el alcohol y las bebidas enlatadas experimentarán subidas de precios. EE. UU. depende en gran medida de las importaciones de productos del mar, café y vino, muchos de los cuales provienen de países afectados por los nuevos aranceles.
Ante la posibilidad de precios más altos, los consumidores en EE. UU. han comenzado a aprovisionarse de productos importados. Las tiendas de Apple han experimentado un aumento en las compras, y las ventas de alimentos no perecederos, como café instantáneo y salsa de tomate, han incrementado significativamente.
El impacto de esta guerra comercial podría repercutir en la economía mundial, ya que EE. UU. y China son dos de los principales actores comerciales a nivel global. Mientras tanto, los consumidores de EE. UU. tendrán que adaptarse a una subida de precios en productos esenciales, lo que podría afectar su poder adquisitivo en el futuro cercano.