Casinos históricos que marcaron un antes y un después en la industria

Algunos de los casinos abrieron puertas, y otros inauguraron nuevas eras. No eran simples lugares de juego. Cambiaron la forma en que el mundo ve las apuestas, las ciudades crecen y el lujo se une al azar. Detrás de sus muros: revoluciones en estilo, negocios y entretenimiento. Para los aficionados a los casinos, estos gigantes históricos les dejarán boquiabiertos. Cada punto fue un paso demasiado lejos.

Casino di Venezia – El primer casino del mundo

Comenzó en 1638. El primer casino del mundo, el Casino di Venezia, se introdujo discretamente en Venecia, conocida por sus canales y su cultura. En lugares como casino México, la inspiración de este modelo veneciano aún se nota en la forma en que se organizan los espacios y se cuida cada detalle. Antes, el juego era un asunto desordenado, sin lugar ni reglas. Este edificio lo cambió todo. Fue la primera vez que la gente se reunió bajo un mismo techo para apostar legal y públicamente.

Era un teatro que incluía un casino en su interior. De día, óperas; de noche, juegos. La mayoría llevaba máscaras para proteger su identidad. No se trataba sólo de dinero. Se trataba de sociedad, elegancia y reglas. El código de vestimenta era estricto. No se podía entrar sin el atuendo adecuado. La casa siempre ganaba: había que pagar para sentarse a la mesa. Hermoso por su propia definición, pero despiadado. Y lo empezó todo.

El Casino de Montecarlo, un icono europeo

Monte Carlo no heredó una fortuna, ya que Mónaco estaba en la miseria en la década de 1860. La familia reinante era financieramente insolvente y esperaba la intervención divina. Construyeron el Casino de Montecarlo, que se convirtió en el centro del juego europeo y salvó a la nación de la bancarrota. También atrajo a aristócratas, artistas y a la élite.

Entre sus inolvidables atributos destacan:

  • Combinaba un estilo exquisito con un juego rico y lujoso, algo que el continente no había visto nunca.
  • El interior parecía un palacio, con decoración dorada y lámparas de araña de mármol.
  • Grace Kelly y James Bond acudieron allí más tarde junto a príncipes de la vida real.

No era sólo un lugar de juego. Se convirtió en un punto de referencia para Mónaco. Turistas y ciudadanos por igual no sólo lo visitaban para ganar, sino que deseaban contemplar el impresionante lugar.

Las Vegas y el nacimiento del Strip

En la década de 1940, Las Vegas no era un centro de atracción mundial. Había polvo, neón y potencial en bruto. Mientras en otras partes del mundo la emoción venía del deporte, como hoy seguimos Eredivisie resultados en vivo, en Nevada se vivía una revolución distinta. Y entonces llegó una mezcla salvaje de gángsters, visionarios y soñadores. Con la ambición a flor de piel en The Strip, grandes carteles, acción a todas horas y la idea de que la forma de juego favorita de Las Vegas era algo más que un lugar donde apostar, Las Vegas enloqueció.

El Flamingo – Las Vegas se vuelve glamurosa

El Flamingo abrió sus puertas en 1946 y fue inaugurado por Bugsy Siegel. No fue el primer casino del Strip, pero sí el primero que se parecía a Hollywood. No se parecía en nada al desierto: diseño moderno y elegante, luces rosas y palmeras. Siegel no quería sólo jugadores. Quería estrellas de cine, millonarios y modelos.

Música en directo, suites de lujo y servicio de champán era lo que ofrecía el Flamingo. Era un cambio de lo que podía ser un casino. La razón por la que venían no era simplemente para jugar, sino para escapar de la realidad. Poco después de ser asesinado, la visión de Siegel permaneció. Esta no era una sala de juego. Era una fantasía. Esa fue la tónica de todos los complejos que siguieron en Las Vegas: estilo en lugar de garra.

Comienza la experiencia temática del Caesars Palace

Cuando se inauguró el Caesars Palace en 1966, la inmersión fue total. No se trataba sólo de una decoración de temática romana, sino que parecía la antigua Roma. El personal vestía togas. Altas columnas de mármol. La entrada estaba flanqueada por estatuas. No era sutil, pero de eso se trataba. Era un mundo en el que los invitados pisaban fuerte.

Para el fundador Jay Sarno, el juego debía ser un espectáculo: grandes espectáculos, grandes nombres, grandes apuestas. Frank Sinatra actuó. Evel Knievel saltó por encima de las fuentes. Pero se convirtió en un escenario de drama, no de dados. El mundo de los casinos aprendió de Caesar’s: no basta con crear espacio, hay que crear un universo. Esta decisión sigue definiendo el diseño de los casinos modernos.

Casino Baden-Baden – Elegancia en Alemania

Descrito como un lugar sin luces intermitentes, el Casino Baden-Baden se construyó a principios del siglo XIX en la Selva Negra. Era de pura clase. Después de que Dostoyevski perdiera una fortuna aquí, escribió El jugador. No era sólo un casino, sino un imán cultural. Por sus pulidos suelos pasaron escritores y compositores. Incluso vino a tocar el hijo de la reina Victoria.

El terciopelo rojo, las arañas de cristal y los techos acentuados con oro asombraban a la arquitectura. Parecía Versalles, pero lo habían hecho los interioristas franceses. El juego era ilegal en Francia, así que en el siglo XIX los jugadores de élite cruzaban la frontera. Mezclaba el juego con el refinamiento. Tranquilo, elegante y mortalmente serio. Una mala mano podía arruinar toda la temporada de un noble.

Cómo estos iconos siguen inspirando a los casinos actuales

Estas leyendas se convierten a diario en «casinos modernos», con salas temáticas, espectáculos, fastuoso diseño e historia. Ya no se trata sólo de la apuesta, sino de la experiencia en su conjunto: el modelo de Gigante, que se trazó de Venecia a Las Vegas. El mundo sigue sus reglas.

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