Advierten que en la menopausia aumenta el riesgo de artrosis de rodilla, de inflamación, así como de dolor articular

Existen diferencias anatómicas y biomecánicas entre las rodillas de las mujeres y las rodillas de los hombres. Una de las principales diferencias es que las mujeres suelen tener una pelvis más ancha, lo que provoca que sus piernas se angulen hacia afuera, generando un mayor ángulo en la alineación de las rodillas.
“Esta anatomía está asociada con un mayor riesgo de lesiones, como la rotura del ligamento cruzado anterior. Además, en promedio, las mujeres tienen menos masa muscular en las piernas y una mayor laxitud ligamentosa, lo que puede afectar la estabilidad articular. También presentan patrones de movimiento distintos, como una mayor tendencia a la pronación o a la flexión excesiva de las rodillas, lo que también puede influir en el riesgo de lesiones”, subraya en una entrevista con Europa Press Infosalus el doctor Manuel Leyes, que es jefe de Servicio de Traumatología de Olympia Quirónsalud (Madrid).
Destaca este experto que, en el uso concreto de los tacones, éste puede tener un impacto negativo en las rodillas y en la biomecánica general del cuerpo. ¿Por qué? Resalta que los tacones elevados cambian la alineación natural del cuerpo al alterar la postura, el centro de gravedad de la persona se desplaza hacia adelante, lo que provoca que la pelvis se incline hacia delante y las rodillas tiendan a flexionarse más de lo normal para compensar este cambio.
“Esta flexión excesiva pone más presión sobre las articulaciones de la rodilla. El impacto al caminar con tacones también aumenta debido a que el pie no puede distribuir el peso de manera uniforme”, advierte el experto.
Por último, el es jefe de Servicio de Traumatología de Olympia Quirónsalud mantiene que las estadísticas indican que las mujeres tienen entre 3 y 4 veces más probabilidades de sufrir una rotura del ligamento cruzado anterior, en comparación con los hombres que practican los mismos deportes.