El informe de la OMS muestra un descenso del 16.8% en las muertes maternas en la región, pero advierte sobre los riesgos de retrocesos debido a recortes en financiamiento sanitario.

Según el informe publicado este lunes por Naciones Unidas, alrededor de 7,200 mujeres mueren cada año en Latinoamérica debido a complicaciones derivadas de embarazos o partos. Aunque la cifra representa una disminución del 16.8% respecto a los 11,000 decesos reportados en el año 2000, el ritmo de progreso en la región ha sido inferior al promedio mundial, que ha registrado una caída del 40% en ese mismo periodo.
El informe elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que de estas 7,200 muertes, 4,400 ocurrieron en Suramérica, con una reducción del 13.1%, mientras que 1,500 mujeres murieron en Centroamérica, con una baja del 35.4%. Por su parte, el Caribe reportó 1,200 decesos, lo que refleja una disminución más modesta del 2.3%. A pesar de estos avances, el informe subraya que el riesgo de muerte materna en la región sigue siendo alto, con una mujer falleciendo por cada 789 embarazos o partos, en comparación con una de cada 272 a nivel mundial.
A nivel global, el descenso de las muertes maternas ha sido notable, pasando de 444,000 en el año 2000 a 260,000 en 2023. Sin embargo, el informe alerta sobre los riesgos de que los avances conseguidos en la reducción de estas muertes se frenen o incluso retrocedan. En particular, menciona el impacto de los recortes de financiación sanitaria, como los impuestos por la administración de Donald Trump, quien congeló la ayuda a la cooperación internacional y abandonó la OMS, lo que ha afectado la capacidad de respuesta a las necesidades sanitarias globales.
El Día Mundial de la Salud es un recordatorio de la necesidad urgente de mejorar las condiciones de salud materna y de garantizar que todas las mujeres tengan acceso a atención médica de calidad durante el embarazo y el parto. A pesar de los avances, aún existen importantes desigualdades en la atención a la salud en diversas regiones de Latinoamérica, lo que pone en peligro los logros conseguidos hasta la fecha.
El informe también hace hincapié en la necesidad de mantener y aumentar las inversiones en salud pública, ya que sin el apoyo adecuado, los países podrían enfrentar dificultades para continuar avanzando en la reducción de la mortalidad materna y en la mejora de las condiciones de vida de las mujeres en la región.