Iniciativa educativa para apoyar a la niñez migrante en su travesía hacia Norteamérica.

Ante el creciente número de niños migrantes que transitan por la frontera sur de México, un grupo de maestros ha implementado el Programa de Educación Migrante del estado de Chiapas (Pemch), una iniciativa destinada a ofrecer clases a los menores que se encuentran varados en la región. Este proyecto busca evitar que los niños pierdan meses o incluso años de educación debido a su travesía hacia Estados Unidos.
En la ciudad de Tapachula, tres maestros se encargan de impartir educación preescolar, primaria y secundaria a más de mil 345 alumnos migrantes. El programa se extiende a otros municipios de Chiapas como San Cristóbal de Las Casas, Tuxtla Gutiérrez, Palenque y Comitán, donde alrededor de 35 docentes brindan clases en albergues y fincas.
El profesor Pablo Arriaga Velázquez explicó que la presencia de tantos menores de edad migrantes dificulta su acceso a las escuelas regulares, por lo que este programa busca ser una solución. “Estamos recibiendo a todas las nacionalidades, tenemos alumnos de Cuba, Haití, Honduras, El Salvador, Guatemala, Brasil y Venezuela”, detalló el docente.
El Programa de Educación Migrante surgió en respuesta al incremento del 70.6% en la migración irregular de menores de edad, reportado por el Gobierno de México entre enero y agosto de 2024. El número de migrantes de 0 a 17 años alcanzó los 108,444, lo que representa un aumento del 514% desde 2018.
Este programa es una bendición para muchos padres migrantes, como María de El Salvador, quien agradeció a los maestros por evitar que sus hijos pierdan el ciclo escolar. “A los niños les ayuda mucho, porque las escuelas ya terminaron y no podemos dejar que pierdan el ciclo escolar”, expresó.
Además de la educación, el programa tiene un impacto positivo en la integración de los migrantes en la comunidad. Ángeles Francois, migrante haitiana, destacó que su hija ahora tiene acceso a una educación en la escuela primaria en Tapachula, lo que le ofrece un futuro mejor en México. “Me siento como en mi casa, me tratan bien en el trabajo donde estoy”, comentó.
El programa refleja un esfuerzo conjunto para garantizar el derecho a la educación de los niños migrantes, proporcionando una oportunidad para que continúen sus estudios mientras atraviesan el difícil proceso de migración.