Es importante seguir investigando estas áreas para comprender mejor estas diferencias de comportamiento entre géneros

La adicción al teléfono móvil se ha convertido en un fenómeno creciente, especialmente entre los adultos jóvenes. Este uso excesivo puede afectar la salud mental, generar dependencia emocional y dificultar la regulación de las emociones. Factores como el género, la ansiedad social y la necesidad de validación en línea influyen en este comportamiento.
Un nuevo estudio de la Universidad de Medicina George Emil Palade (Rumanía) presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Psiquiatría 2025 revela que el género influye significativamente en el uso excesivo y problemático (dependencia psicológica o conductual) de los teléfonos inteligentes.
En concreto, las mujeres jóvenes son más propensas a experimentar mayor ansiedad social que otros géneros. El estudio también revela que el género estaba significativamente relacionado con el tiempo dedicado al uso de teléfonos inteligentes y el miedo a ser juzgado negativamente por otros en línea.
Los investigadores se propusieron investigar el uso problemático de teléfonos inteligentes, el bienestar mental, la regulación emocional y las diferencias de ansiedad social entre géneros, para comprender mejor el proceso de adicción a los teléfonos inteligentes. El estudio involucró a 400 adultos jóvenes (edad promedio de 25,9 años): 104 hombres, 293 mujeres y tres personas de otro género.
Según desvela el trabajo, el género explica diferencias significativas en los factores mediadores (tiempo de uso por día, Escala de Continuidad de Salud Mental (MHC), Escala de Evaluación de Emociones (AES), Cuestionario de Miedo a la Percepción Negativa (FNPQ)) que afectan el uso problemático de teléfonos inteligentes. Asimismo, concluye que el género está significativamente relacionado con el tiempo que se pasa con los teléfonos inteligentes, con un mayor uso en mujeres jóvenes que en otros géneros.