Estados Unidos enfrenta escasez alimentaria y encarecimiento de productos importados.

La imposición de nuevos aranceles por parte del gobierno estadounidense está generando preocupación entre comerciantes, consumidores y trabajadores. Las medidas impulsadas por el presidente Donald Trump, que incluyen un arancel global del 10 por ciento y tasas más elevadas para países como China, Corea del Sur y la Unión Europea, ya están generando efectos en los mercados.
Uno de los sectores más afectados es el automotriz. Con un 25 por ciento de impuesto para vehículos importados, los precios de coches nuevos y usados se han disparado. Comerciantes como Loukas Michael, en Arlington, Virginia, temen no poder sostener sus negocios debido al encarecimiento de las unidades de reventa.
A este escenario se suma la insuficiencia en la producción nacional de alimentos. Estados Unidos no genera suficientes productos agrícolas para cubrir su demanda interna, lo que obliga a importar una gran parte de los alimentos que integran la canasta básica. Como resultado, se prevé un nuevo aumento en los precios al consumidor.
Vecinos de zonas como Arlington han comenzado a notar los efectos. Belinda, una residente local, expresó su preocupación por el aumento de precios en frutas y verduras frescas. Por su parte, Heather, funcionaria federal, teme que su empleo esté en riesgo más que el alza en los precios, en referencia a los despidos promovidos por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
El desempleo también ha comenzado a impactar a comunidades cercanas a Washington D.C., donde se concentran numerosos empleados públicos. Las recientes políticas económicas han generado un aumento en las solicitudes de ayuda por desempleo, afectando la estabilidad financiera de muchas familias.
Finalmente, pequeños comercios dedicados a la venta de productos importados, especialmente de origen latinoamericano, europeo y de Medio Oriente, han expresado su incertidumbre. Aunque aún no se reflejan completamente los efectos, los dueños temen que los nuevos aranceles ahuyenten a los clientes y reduzcan las ventas en un entorno económico cada vez más incierto.