El cardenal Pietro Parolin presidió la misa en la Basílica de San Pedro en honor al papa polaco, sin la presencia de Francisco, quien sigue convaleciente.
El Vaticano conmemoró este martes el vigésimo aniversario de la muerte de San Juan Pablo II con una solemne misa en la Basílica de San Pedro, oficiada por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin. El papa Francisco, debido a su convalecencia tras problemas respiratorios, no pudo asistir a la ceremonia y siguió el evento desde su residencia en la Casa Santa Marta.
El acto litúrgico reunió a una multitud de fieles, así como a destacadas delegaciones oficiales, entre ellas la del Gobierno italiano, encabezada por la primera ministra Giorgia Meloni, y representantes de Polonia. También estuvo presente el cardenal Stanislaw Dziwisz, quien fuera secretario personal del pontífice polaco durante décadas.
Durante la homilía, Parolin recordó a Juan Pablo II como “un santo y un peregrino incansable”, destacando su papel en la defensa de la justicia, la dignidad humana y la paz mundial. “Recordamos con gratitud y admiración su incansable servicio por la paz, sus llamamientos apasionados y las iniciativas diplomáticas que impulsó para tratar de evitar guerras”, afirmó.
Por su parte, el cardenal Dziwisz subrayó la conexión especial de Juan Pablo II con los fieles y expresó su certeza de que el santo polaco sigue acompañando espiritualmente a la Iglesia. Asimismo, envió un mensaje de apoyo al papa Francisco, deseándole pronta recuperación y fortaleza para guiar a la Iglesia en este Año Jubilar de la Esperanza.
Al término de la misa, miles de fieles se dirigieron a la tumba de Juan Pablo II, ubicada en una de las capillas de la basílica, donde depositaron flores y encendieron un cirio en su memoria. La ceremonia concluyó con la presencia de la Curia Romana y de la primera ministra italiana, conocida admiradora del pontífice canonizado en 2014.
