El pontífice comparte su experiencia personal de fe y esperanza durante su convalecencia, recordando que el Señor nunca nos deja solos.

El papa Francisco destacó la importancia de la alegría cristiana en su carta dirigida a los participantes de la II Asamblea Sinodal de las Iglesias en Italia, inaugurada este lunes. En su misiva, el pontífice subrayó que este don divino no proviene de soluciones fáciles ni evita la cruz, sino que brota de la certeza de que “el Señor nunca nos deja solos”, una experiencia que ha vivido profundamente durante su reciente hospitalización y ahora en su convalecencia en la Casa Santa Marta.
“El Señor nunca nos deja solos. Yo también lo he experimentado en mi hospitalización, y ahora en este tiempo de convalecencia”, escribió Francisco, haciendo referencia a su prolongada estadía en el Policlínico Gemelli y su actual reposo en el Vaticano tras superar una grave infección respiratoria y neumonía.
El Papa destacó que la verdadera alegría cristiana no es una facilidad momentánea, sino una confianza plena en Dios en cada situación de la vida. También recordó que “la Iglesia no está hecha de mayorías o minorías, sino del santo pueblo fiel de Dios que camina en la historia iluminado por la Palabra y el Espíritu”, llamando a todos los fieles a avanzar con “alegría y sabiduría”.
El pontífice de 88 años continúa su recuperación sin compromisos ni actividades programadas, mientras se mantiene la incertidumbre sobre su participación en las celebraciones de Semana Santa. Aunque el Vaticano confirmó que las ceremonias se llevarán a cabo, no se ha especificado si el Papa estará presente.
En la apertura de la Asamblea Sinodal, el cardenal Matteo Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, recordó la profunda influencia de la alegría cristiana en el ministerio del Papa Francisco, considerando esta característica como un aspecto central de su pontificado.