Tal día como hoy, el 31 de marzo de 1966, la Unión Soviética alcanzó un hito histórico en la exploración espacial al lanzar la sonda Luna 10

El 3 de abril de 1966 la Humanidad logró alcanzar un hito importante en la exploración espacial al conseguir situar un satélite en órbita lunar. El satélite natural de la Tierra tenía ahora su propio satélite artificial. ¿Su nombre? Luna 10. La aventura de la sonda Luna 10 había comenzado a finales de los años 50 dentro del marco del proyecto Ye-7 (Е-7 en ruso) para situar un satélite alrededor de la Luna.
Babakin heredó los programas de sondas de la OKB-1 y decidió llevarlos a cabo tal y como habían sido concebidos originalmente, pero con una excepción. El programa Ye-7 llevaba un retraso más que considerable y todo hacía pensar que no estaría listo hasta finales de la década, demasiado tarde para los planes tripulados soviéticos.
Además, la NASA estaba a punto de lanzar la avanzada serie de satélites Lunar Orbiter para cartografiar la superficie de la Luna y seleccionar los lugares de aterrizaje del Apolo. Ante la presión del Kremlin para que la Unión Soviética tuviese una respuesta adecuada al Lunar Orbiter, Babakin tomó la decisión de empezar de cero y diseñar un satélite capaz de orbitar la Luna, pero que fuese lo más sencillo posible.
Gracias a su simplicidad, Babakin pudo tener listo el diseño de las sondas Ye-6S en apenas 25 días. La primera sonda Ye-6S (nº 204) despegó desde Tyura-Tam (Baikonur) el 1 de marzo de 1966 a las 11:03 UTC mediante un cohete Mólniya-M (8K78M), pero fue incapaz de abandonar la órbita baja terrestre por culpa de un fallo en la etapa superior Blok-L y quedó varada en una órbita de 168 x 189 kilómetros de altura y 52º de inclinación. De acuerdo con la tradición soviética, la sonda pasó a ser conocida como Kosmos 111. Reentraría en la atmósfera terrestre el 3 de marzo.
La sonda Luna 10 se convertía así en el primer satélite artificial de la Luna y quedó situado en una órbita de 349 x 1015 kilómetros de altura y 71,9º de inclinación.