La Unión Nacional Karen acusa a la junta militar de Myanmar de continuar con ataques aéreos a pesar del sufrimiento causado por el terremoto que dejó cerca de 1.700 muertos.
La Unión Nacional Karen (KNU), un grupo de resistencia armada contra el gobierno militar de Myanmar, condenó el domingo los ataques aéreos lanzados por la junta contra aldeas civiles mientras el país se recupera de un devastador terremoto. El terremoto de magnitud 7,7, ocurrido el viernes, dejó cerca de 1.700 muertos y una amplia destrucción en Myanmar, afectando tanto a zonas controladas por la junta como por los grupos de resistencia.
La KNU, uno de los ejércitos étnicos más antiguos de Myanmar, denunció en un comunicado que la junta ha priorizado los ataques militares en lugar de realizar esfuerzos de socorro para las víctimas del terremoto. “En circunstancias normales, los militares deberían centrarse en ayudar a la población afectada, pero en lugar de eso, continúan atacando a su propio pueblo”, expresó el grupo.
El terremoto tuvo su epicentro en una zona controlada por las fuerzas de la junta, aunque la devastación también afectó regiones bajo el control de movimientos armados opositores. La organización humanitaria Free Burma Rangers reportó que poco después del desastre, aviones y drones militares realizaron ataques en el estado de Karen, cerca de la sede de la KNU.
El Gobierno de Unidad Nacional, un grupo opositor formado por restos del gobierno electo derrocado en 2021, anunció que suspendería toda acción militar ofensiva durante dos semanas como medida de solidaridad y para facilitar los esfuerzos de ayuda.
La situación en Myanmar continúa siendo grave, con la junta militar enfrentando crecientes críticas tanto dentro como fuera del país, mientras la guerra civil y los desastres naturales siguen afectando a la población.
