Sube cifra de muertos por sismo en Myanmar a más de 1.600; resistencia anuncia alto el fuego parcial

Un alto el fuego parcial unilateral para facilitar las tareas de ayuda tras el sismo fue anunciado el sábado por el Gobierno de Unidad Nacional en la sombra de Myanmar, que coordina la lucha popular contra el gobierno militar. La cifra de muertos en el país por el desastre se elevó a 1.644.

El nuevo total supone un fuerte aumento en comparación con el total de 1.002 anunciado apenas unas horas antes, lo que subraya la dificultad de confirmar las víctimas en una región tan extensa y la probabilidad de que las cifras sigan aumentando desde el sismo del viernes de magnitud 7,7. El número de heridos aumentó a 3.408, mientras que la cifra de desaparecidos se elevó a 139.

Cifra de muertos también aumenta en Tailandia

En la vecina Tailandia, la cifra de muertos aumentó a 10. El sismo sacudió el área metropolitana de Bangkok, donde habitan unos 17 millones de personas, y otras partes del país. En muchas zonas del norte se registraron daños, pero sólo se reportaron víctimas en Bangkok, la capital.

Nueve de los fallecidos se encontraban en el lugar donde se derrumbó el rascacielos en construcción cerca del popular mercado de Chatuchak, y 78 personas siguen en paradero desconocido.

El sábado llegaron más equipos pesados para mover las toneladas de escombros, pero la esperanza se desvanecía entre amigos y familiares.

“Estaba rezando para que hubieran sobrevivido, pero cuando llegué aquí y vi la ruina… ¿dónde podrían estar?”, dijo Naruemol Thonglek, de 45 años, llorando cuando esperaba noticias sobre su pareja, que es de Myanmar, y cinco amigos que trabajaban en el lugar.

Daños en el aeropuerto obstaculizan ayuda en Myanmar

En Myanmar, las labores de rescate están en marcha especialmente en las principales ciudades afectadas, Mandalay y Naipyidó, la capital.

Pero aunque se han enviado equipos y material desde otros países, los aeropuertos de esas ciudades están dañados. Imágenes satelitales de Planet Labs PBC analizadas por la AP muestran que el temblor derribó la torre de control de tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional de Naipyidó como si hubiera sido cortada desde su base.

De momento no queda claro si hay heridos en el derrumbe.

Guerra civil de Myanmar también es un obstáculo

Otra complicación importante es la guerra civil que sacude gran parte del país, incluidas las áreas afectadas por el sismo. En 2001, el ejército arrebató el poder al gobierno electo de Aung San Suu Kyi, lo que provocó una resistencia armada considerable.

Las fuerzas gubernamentales han perdido el control de gran parte de Myanmar, y muchos lugares son increíblemente peligrosos o simplemente imposibles de alcanzar para los grupos de ayuda. Más de 3 millones de personas han sido desplazadas por los combates y casi 20 millones pasan necesidad, según Naciones Unidas.

La interacción entre política y desastre se demostró el sábado por la noche, cuando el Gobierno de Unidad Nacional de Myanmar anunció un alto el fuego parcial unilateral para facilitar los esfuerzos de ayuda tras el sismo.

Sostuvo que su brazo armado, la Fuerza de Defensa del Pueblo, implementará una pausa de dos semanas en las operaciones militares ofensivas a partir del domingo en las áreas afectadas por el sismo y también colaborará con la ONU y organizaciones no gubernamentales internacionales “para garantizar la seguridad, el transporte y el establecimiento de campamentos de rescate y médicos temporales” en las áreas que controla.

La organización de resistencia dijo que se reservaba el derecho de defenderse si era atacada.

Daños extensos en ciudades

El sismo sacudió la nación el viernes al mediodía, y el epicentro no estuvo lejos de la ciudad de Mandalay, seguido de varias réplicas, incluida una de magnitud 6,4. Derribó edificios en muchas áreas, hizo que las carreteras se retorcieran, provocó el desplome de puentes.

En la capital Naipyidó, los equipos trabajaron el sábado para reparar las carreteras dañadas, al tiempo que los servicios de electricidad, teléfono e internet permanecieron interrumpidos en la mayor parte de la ciudad. El sismo derribó numerosos edificios, entre ellos varias viviendas de funcionarios públicos, pero las autoridades bloquearon el acceso el sábado a esa zona de la ciudad.

Un informe inicial sobre las tareas de ayuda tras el sismo emitido el sábado por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU indicó que está asignando 5 millones de dólares de un Fondo Central de Respuesta a Emergencias para “asistencia vital”.

Las medidas inmediatas planificadas incluyen un convoy de 17 camiones de carga que transportan suministros críticos de refugio y médicos desde China que se espera lleguen el domingo, dijo.

Señaló los graves daños o destrucción de muchas instalaciones de salud, y advirtió sobre una “grave escasez de suministros médicos que está obstaculizando las tareas de respuesta, incluidos kits de traumatología, bolsas de sangre, anestésicos, dispositivos de asistencia, medicamentos esenciales y tiendas de campaña para el personal de salud”.

Aliados brindan cuadrillas de rescate y equipos de ayuda

Los países amigos y vecinos de Myanmar ya han proporcionado personal de rescate y materiales de ayuda. China y Rusia son los mayores proveedores de armas al ejército de Myanmar, y fueron de los primeros países en intervenir con ayuda humanitaria.

En un país donde gobiernos anteriores a veces han sido lentos en aceptar ayuda extranjera, el general Min Aung Hlaing, jefe del gobierno militar, dijo que Myanmar estaba listo para aceptar asistencia exterior.

China declaró que había enviado más de 135 expertos y personal de rescate, junto con suministros como botiquines y generadores, y prometió unos 13,8 millones de dólares en ayuda humanitaria de emergencia. El Ministerio de Emergencias de Rusia informó que había enviado 120 rescatistas y suministros, y el Ministerio de Salud del país subrayó que Moscú había enviado un equipo médico a Myanmar.

Otros países como India, Corea del Sur, Malasia y Singapur también están enviando ayuda, y el presidente estadounidense Donald Trump dijo el viernes que Washington iba a ayudar en las medidas de respuesta.

El plan de alto el fuego anunciado por el Gobierno de Unidad Nacional de la oposición también propuso proporcionar personal de salud leal a su movimiento de resistencia para trabajar con organizaciones humanitarias internacionales para brindar servicios de rescate y médicos de emergencia en áreas bajo el control del ejército, si se les proporcionan garantías de seguridad.

El ejército ha restringido fuertemente las tareas de ayuda tan necesarias para la gran población ya desplazada por la guerra incluso antes del sismo. Simpatizantes de la resistencia han instado a que los esfuerzos de ayuda incorporen ayuda transportada libremente a áreas bajo el control de la resistencia, a fin de que no pueda ser utilizada como arma por el ejército .

De momento, el ejército no ha hecho comentarios al respecto.

Las fuerzas militares continuaron sus ataques incluso después del temblor, con tres ofensivas aéreas en el norte del estado de Kayin, también llamado estado de Karenni, y en el sur de Shan —ambos fronterizos con el estado de Mandalay—, según Dave Eubank, exsoldado de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos que fundó los Free Burma Rangers, una organización de ayuda humanitaria.

Eubank dijo a la AP que, en la zona donde operaba, la mayoría de las aldeas ya habían sido destruidas por los militares, por lo que el sismo tuvo poco impacto.

“La gente está en la selva, y yo estaba en la selva cuando se registró el terremoto. Fue fuerte, pero los árboles simplemente se movieron; eso fue todo para nosotros, así que no hemos tenido un impacto directo, salvo que el ejército birmano sigue atacando, incluso después del terremoto”, señaló.

Los sismos son poco frecuentes en Bangkok pero relativamente comunes en Myanmar. El país se asienta sobre la destacada falla de Sagaing, que corre de norte a sur y separa las placas tectónicas de India y la de la Sonda.

Brian Baptie, sismólogo del Servicio Geológico Británico, detalló que el sismo provocó intensos temblores en una zona donde la mayoría de la población vive en edificios construidos con madera y mampostería de ladrillo sin reforzar.

“Cuando se produce un gran terremoto en una zona con más de un millón de habitantes, y muchos de ellos viven en edificios vulnerables, las consecuencias suelen ser desastrosas”, declaró en un comunicado .

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