El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, asume su séptimo mandato en medio de acusaciones de fraude electoral y represión a la oposición.
Este martes, Alexander Lukashenko ha jurado nuevamente como presidente de Bielorrusia, iniciando su séptimo mandato consecutivo tras unas elecciones ampliamente criticadas por sectores de la oposición y la comunidad internacional, que denuncian irregularidades y fraude electoral.
La ceremonia de toma de posesión tuvo lugar en el Palacio de la Independencia de Minsk, la capital del país, y contó con la presencia de altos cargos gubernamentales y numerosos invitados. Durante el acto, Lukashenko juró respetar la Constitución y prometió ser “fiel al pueblo” y proteger los derechos y libertades de la población.
El presidente de la Comisión Electoral Central, Igor Karpenko, entregó a Lukashenko el certificado presidencial, quien declaró que Bielorrusia ha elegido nuevamente la independencia y un futuro lleno de confianza. En su discurso, Lukashenko también se refirió a las críticas de la oposición, ironizando sobre las acusaciones de dictadura y reafirmando que el gobierno no permitirá que estas ideas sean utilizadas para desestabilizar al país.
El mandatario, que lleva más de tres décadas en el poder, ha enfrentado severas críticas por su forma autoritaria de gobernar, especialmente tras las elecciones de 2020, que desencadenaron masivas protestas contra su régimen y fueron ampliamente condenadas por supuestos fraudes. A pesar de la presión interna e internacional, Lukashenko sigue consolidando su control sobre Bielorrusia, mientras mantiene firmes sus políticas en defensa de la soberanía nacional.
