La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, rechaza la visita de una delegación estadounidense a Groenlandia, calificándola de «inaceptable» y subrayando que no hubo invitación oficial.

La primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, ha expresado su rechazo a la «presión» ejercida por Estados Unidos sobre Groenlandia, en referencia a la visita prevista de una delegación estadounidense compuesta por el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y Usha Vance, esposa del vicepresidente JD Vance. Frederiksen calificó la visita como «inaceptable» y dejó claro que el gobierno danés no había extendido invitación alguna para tal encuentro.
La visita ha generado controversia en Groenlandia, especialmente después de las declaraciones de Donald Trump, quien en ocasiones anteriores ha sugerido la posibilidad de anexionar la isla. El ex primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, había calificado la visita de «injerencia extranjera», destacando que el país no necesita ni desea tal intervención.
Frederiksen subrayó que la visita no puede desvincularse de las declaraciones previas de Trump sobre Groenlandia, y afirmó que la isla «claramente no quiere ni necesita esta visita». Además, enfatizó que la situación política interna en Groenlandia, que atraviesa un proceso de transición de gobierno, exige que se respete el proceso democrático y la soberanía del territorio.
Las autoridades groenlandesas también han manifestado que no extendieron invitación alguna para visitas oficiales ni privadas, pidiendo que todos los países respeten este proceso. A pesar de esto, Trump insistió en que la visita responde a la «amistad» entre los dos países y aseguró que los groenlandeses están «abandonados», lo que justificaba la intervención estadounidense.