La Casa Blanca desacreditó al director editorial de The Atlantic sobre sus afirmaciones de filtración de planes militares, asegurando que no se discutieron «planes de guerra».

La Casa Blanca respondió a las recientes afirmaciones de Jeffrey Goldberg, director editorial de la revista The Atlantic, sobre su inclusión en un chat privado que supuestamente contenía detalles sobre planes militares de Estados Unidos en Yemen. Según Goldberg, el grupo de mensajería en el que participó compartió información confidencial sobre operaciones militares, lo que generó dudas sobre los mecanismos de seguridad en el Gobierno.
En un mensaje a través de la red social X, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, calificó a Goldberg de «sensacionalista» y reiteró que en ese chat «no se discutieron ‘planes de guerra'» ni «se envió material clasificado». Además, aclaró que la Oficina del Asesor Jurídico de la Casa Blanca había proporcionado directrices para garantizar una comunicación segura entre los altos funcionarios del presidente Donald Trump.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, también negó las acusaciones, criticando a Goldberg como un «supuesto periodista» y acusándolo de ser «engañoso y altamente desacreditado». Sin embargo, el Consejo de Seguridad Nacional confirmó que Goldberg fue efectivamente agregado al grupo de Signal, una plataforma de mensajería cifrada, a través de un número asociado con el asesor de Seguridad de la Casa Blanca, Mike Waltz.
Leavitt agregó que la Casa Blanca está investigando cómo ocurrió esta inclusión no intencional del número de Goldberg en el chat, y destacó que, a pesar de las tensiones internas, los ataques contra los rebeldes hutíes fueron efectivos gracias a las acciones del presidente Trump y su equipo.
En su artículo, Goldberg detalló su experiencia en el chat durante cuatro días, aunque se abstuvo de revelar información que pudiera comprometer tareas de espionaje e inteligencia. En el chat, además de Goldberg, se mencionan a importantes figuras como el vicepresidente JD Vance, el secretario de Defensa Pete Hegseth, el secretario de Estado Marco Rubio, y la directora Nacional de Inteligencia Tulsi Gabbard.
La Casa Blanca continúa con la investigación sobre cómo se produjo la inclusión de Goldberg en este chat privado.