El presidente de EE.UU. afirma ser el único capaz de frenar a Putin y reitera su plan para restringir la industria naviera china.
. En una entrevista a bordo del Air Force One, el presidente Donald Trump afirmó estar satisfecho con su relación con el líder ruso Vladimir Putin y aseguró que ha sostenido «conversaciones razonables para terminar la guerra en Ucrania».
Trump se declaró como «la única persona capaz de detener a Putin», aunque el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, criticó a los líderes europeos por su «política militarista», al considerar el despliegue de tropas de la OTAN en Ucrania.
El Kremlin también lanzó una advertencia a Europa con el regreso de Trump al poder: «Hay un nuevo alguacil en el pueblo», en referencia a posibles cambios en la política exterior estadounidense.
Mientras tanto, la administración Trump intensifica su guerra comercial con China, apuntando a la industria de construcción naval.
Según un informe del Congreso de EE.UU., China ha pasado de representar solo el 5% de los pedidos globales de barcos en 1999 a más del 50% en 2025, lo que Washington considera «una amenaza a la seguridad nacional».
En respuesta, la Casa Blanca planea emitir una Orden Ejecutiva que impondrá tarifas multimillonarias a cualquier barco de carga con bandera china o construido en ese país, incluso si transporta productos de otras naciones.
El objetivo es desalentar la compra de barcos chinos y revitalizar los astilleros estadounidenses, pero los expertos advierten que esta medida podría aumentar drásticamente los costos de importación y generar problemas en las cadenas de suministro globales, comparables a los de la pandemia.
Puertos alternativos: los barcos chinos podrían atracar en México o Canadá, aumentando los costos de transporte .Crisis en el sector naviero; las empresas pequeñas podrían quebrar por el encarecimiento del comercio marítimo; inflación y recesión; mayores tarifas podrían repercutir en los precios al consumidor.
El plan de Trump para «hacer los astilleros grandes de nuevo» no es el único que ha generado controversia.
Elon Musk, quien ha sido descrito como un aliado de la administración, ha impulsado medidas altamente cuestionadas, como la eliminación de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y la reducción de agencias científicas y de salud pública, incluyendo el Instituto Nacional de Salud (NIH) y el Centro de Control de Enfermedades (CDC).
Además, Trump ha llevado a cabo despidos masivos en la burocracia federal, reemplazando funcionarios de carrera por miembros de la extrema derecha MAGA. También ha otorgado indultos a participantes del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y amenazado a medios de comunicación con retirarles concesiones si no apoyan su gestión.
Entre otras medidas polémicas, su administración ha impulsado:
Recortes al Seguro Social, con miles de jubilados reportando la retención arbitraria de sus pagos.
Despidos de expertos en seguridad nuclear y salud pública.
Masivas deportaciones que afectan sectores económicos clave.
Presión sobre jueces y fiscales, como la suspensión de un caso contra el alcalde de Nueva York, Eric Adams, a cambio de su apoyo a las deportaciones.
A menos de 100 días de su segundo mandato, Trump enfrenta una creciente ola de protestas. Para el próximo 5 de abril, se han organizado marchas simultáneas en todo el país en rechazo a lo que críticos consideran «un ataque sin precedentes a la democracia y las libertades constitucionales».
El profesor de Derecho Constitucional de Harvard, Laurence Tribe, calificó las acciones del presidente como «el asalto más hostil al gobierno en la historia de EE.UU.», advirtiendo que la democracia del país está «bajo una seria amenaza».
Con la economía en riesgo de recesión, la crisis migratoria y el conflicto con China escalando, la administración Trump enfrenta una fuerte resistencia interna y externa.
