Indignación en Arizona por despidos y recortes en programas federales.

El viernes pasado, una asamblea pública en Tucson, Arizona, convocada por el senador demócrata Mark Kelly, reveló el creciente descontento de los votantes con el presidente Donald Trump. Trabajadores federales y beneficiarios de programas sociales expresaron su indignación por los despidos masivos, la eliminación del Departamento de Educación y los recortes a Medicaid, decisiones que, según ellos, afectan gravemente a la población más vulnerable.
Michael Brown, empleado del Servicio Postal de EE.UU. (USPS) y votante republicano, expresó su arrepentimiento por haber apoyado a Trump en las urnas. “Nos prometió mejorar la economía y bajar los precios, pero nada de eso está pasando. Ahora temo perder mi trabajo”, confesó. Brown teme que USPS sea uno de los próximos objetivos de la Administración, lo que lo dejaría sin empleo.
La preocupación por los recortes en Medicaid fue uno de los temas más sensibles durante la reunión. Rita Pérez, una mujer discapacitada, señaló entre lágrimas que el presidente está “jugando con las vidas de muchas personas”. Madres de familia con hijos de necesidades especiales también relataron el impacto devastador que sufrirían si sus hijos dejan de recibir terapias y asistencia social.
El senador Kelly denunció que el Partido Republicano busca reducir 880 mil millones de dólares del presupuesto, afectando principalmente a Medicaid. “Quieren quitarle recursos a los más vulnerables para otorgar beneficios fiscales a los millonarios”, dijo, provocando abucheos cada vez que mencionaba a Trump y al empresario Elon Musk, a quien algunos asistentes responsabilizan de apoyar estos recortes.
El enojo no solo se dirigió contra los republicanos. Votantes frustrados también acusaron a los demócratas de no hacer lo suficiente para frenar las políticas de Trump. “Estamos luchando muy duro, pero necesitamos que se unan y hagan oír su voz”, respondió Kelly.
El veterano Henry Trejo afirmó que muchos votantes hispanos que apoyaron a Trump ahora están “llorando” porque han perdido sus empleos o beneficios. “No votaron por esto, pero es lo que obtuvieron”, señaló con dureza.
Ante la creciente presión pública, Kelly instó a los ciudadanos a manifestarse y exigir a sus representantes que detengan los recortes. “En la unión está la fuerza”, concluyó el senador, advirtiendo que la lucha contra las políticas de Trump apenas comienza.