
“La presa de El Realito se ha convertido en un dolor de cabeza para los potosinos”, por lo que, si se debe analizar rescindir el contrato, consideró la presidenta de la Comisión del Agua del Congreso del Estado, diputada Nancy Jeanine García Martínez, ante las constantes fallas del acueducto que se han registrado y que dejan sin agua a miles de habitantes de la zona metropolitana de San Luis Potosí.
Expuso que, ante esta situación, es necesario que, la federación y el Gobierno del Estado analicen si es conveniente iniciar un proceso jurídico para rescindir el contrato con la empresa Aquos, como ya se anunció en días pasados.
“Tendremos que revisar, no compete a lo mejor al Legislativo, pero sí al Ejecutivo y acuérdense que también corresponde la parte de Guanajuato y la misma empresa, que se revisen cómo están justamente esos contratos, que realmente se cumplan porque, pues ya están efectivamente en el incumplimiento”, dijo.
El acueducto de la presa El Realito ha registrado al menos 75 fallas, pues de acuerdo al Plan de Abasto de Agua, entre la inauguración y finales de 2020, se registraron 13 fallas atribuibles a defectos estructurales y problemas de mantenimiento. En 2021 fue año que marcó un punto crítico, con 21 fallas. Las más significativas ocurrieron en mayo y diciembre al dejar sin agua más de 30 colonias del oriente y sur de la zona metropolitana.
En el año 2022 se documentaron 17 fallas, siendo las más graves en agosto y octubre, que afectaron el sistema de distribución y provocaron protestas ciudadanas; para el 2023, el acueducto acumuló otras 16 fallas. La interrupción más prolongada ocurrió en junio, cuando la infraestructura quedó fuera de servicio por semanas debido a una rotura importante.
Hasta noviembre del 2024 se sumaron cinco nuevas fallas, las más graves y que más perduraron fue la de septiembre 16, cuando se detectó una rotura en el kilómetro 32 de la línea de gravedad, a la altura de la comunidad El Piquín en Tierra Nueva; en este 2025, enero se registró una avería en el kilómetro 33+715, a la altura de la comunidad El Patol, en Tierra Nueva y en marzo se observó una disminución en el caudal de agua que llega al sistema de abastecimiento.