El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, condenó las amenazas de destitución de Trump al juez James Boasberg, quien bloqueó una medida del mandatario.

En una intervención inusual, el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, reprendió al presidente Donald Trump después de que este atacara públicamente al juez federal James Boasberg, quien bloqueó una medida de la Administración Trump que ordenaba la expulsión de más de 250 supuestos miembros del Tren de Aragua a El Salvador.
Horas antes de la reprimenda, Trump calificó al juez Boasberg de «lunático de la izquierda radical» y pidió que fuera “destituido”. Estas declaraciones fueron hechas tras la decisión del juez de bloquear la aplicación de una ley que Trump invocó para expulsar a los miembros de la banda criminal venezolana, Tren de Aragua, acusando una «invasión» sin presentar pruebas concretas.
Roberts, en un comunicado formal, recordó que el proceso de destitución de un juez no es una respuesta apropiada a un desacuerdo con una decisión judicial. «El proceso normal de revisión en apelación existe para ese propósito», subrayó el magistrado, aludiendo a las normas constitucionales y la separación de poderes en el gobierno de EE.UU.
El conflicto comenzó después de que Trump invocara la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una legislación que solo había sido utilizada en tiempos de guerra. Trump firmó la ley en secreto y la hizo pública el sábado, argumentando que el país enfrentaba una “invasión” por parte de la banda criminal, aunque sin pruebas claras. El mismo día, dos vuelos de deportación partieron de Texas con destino a El Salvador, pero Boasberg ordenó que los aviones regresaran a EE.UU. hasta que se resolviera el litigio.
El movimiento de Roberts fue interpretado por muchos analistas como una medida para frenar los intentos de Trump y su administración de destituir a jueces cuya interpretación de la ley no favorece sus intereses, poniendo a prueba los límites de la separación de poderes en el gobierno de EE.UU.
Este no es el primer enfrentamiento entre Roberts y Trump. En 2018, el mandatario también atacó a un juez del Tribunal Supremo después de que fallara en contra de su política de asilo. Además, sus seguidores han atacado a jueces como Amy Coney Barrett, quien votó en contra de una medida de la administración que congelaba fondos para ayuda internacional.
Con esta reprimenda, Roberts refuerza el principio de independencia judicial en EE.UU. y reafirma el compromiso de preservar la separación de poderes, un principio fundamental en la estructura constitucional del país.